Que València haya tardado nada menos que una década en recuperar (y superar) los niveles de turismo habla bien de la magnitud de la crisis, aún con visibles e importantes heridas en la sociedad. En 2007 el «cap i casal» se volcó con la organización de la Copa del América, lo que unido a la buena coyuntura económica previa a la explosión de la burbuja inmobiliaria, reportó grandes beneficios al sector turístico. En 2017, y aún sin completar la gran travesía por el desierto, València comienza a felicitarse por lo que está siendo un año «histórico», en la que se batirán todos los récords de pernoctaciones, visitantes y gasto medio.

La previsión es la de alcanzar las 4.800.000 pernoctaciones a finales de 2017. «Este año ya estamos en todos los indicadores por encima de 2007, que fue el año culmen. Estamos en cifras récord de viajeros y también de pernoctaciones, con una previsión de cerrar 2017 con 4.800.000 estancias. Está siendo sin duda el mejor año para el turismo internacional, con datos históricos», aseguró ayer el director de la Fundación Turismo València, Antonio Bernabé.

La concejala de Turismo, Sandra Gómez,desveló algunos de los indicadores que demuestran la buena marcha del sector en la ciudad, un destino urbano que está destacando por encima de la media nacional, según ha explicado.

«Venimos experimentando un crecimiento sostenido en 2017, manteniendo la tendencia desde 2015. Las pernoctaciones han experimentado un incremento del 8,6%, sobre todo en el mercado internacional. Rusia es el que más crece 115% por la nueva conexión aérea, en segundo lugar Bélgica y Suiza por la estrategia de segmentación en mercados donde el gasto medio suele ser más elevado. Nuestro principal mercado sigue siendo el italiano, donde hemos registrado el aumento del 10%», señaló la edil socialista.

También se ha incrementado el número de viajeros un 10,1%, con un 11,9% de los internacionales. La mejora de la rentabilidad del modelo turístico se cifra en 10,8%, mientras que el precio de las camas hoteleras han subido un 7,7% y la creación de empleo ha aumentado en el sector un 4,9%.

Gómez se refirió también al «incremento notable» del tráfico aéreo del 15,4%, gracias a las 23 nuevas conexiones respecto a la temporada 2016. La concejala detalló que las previsiones de julio y agosto «la tendencia es que vamos a tener un buen año y vamos a mantener la tendencia positiva». «Se prevé un crecimiento del 5% en rentabilidad y ocupación. Vamos a tener un verano bastante bueno en número de turistas», aseguró ayer.

«Creemos que los datos son una buena noticia, y queremos que sea un turismo más sostenible y más rentable. Queremos consolidar estos datos y ser menos permeables a los cambios de coyuntura. Todos los indicadores de gasto medio se han incrementado durante este año y ha subido tanto el precio medio de los hoteles como el Revpar, que es el gasto medio por habitación Primar la calidad respecto a la cantidad», añadió Sandra Gómez.

Por su parte, Miguel Jiménez, presidente de Asociación de Agencias de Viajes de València, indicó que han detectado «un crecimiento muy fuerte» este año. «No recuerdo uno así. Calculo que será el año será en torno al 10-12% más positivo que 2016; estamos en una línea ascendente».

Eva Blasco, representante de la Cámara de Comercio, explicó que desde el ámbito empresarial ven «cifras muy positivas, superiores a la media de España». «Tener crecimientos superiores, siendo un destino urbano, nos sitúa en una línea positiva de consolidación. Es muy importante es que la capacidad aérea está cubriendo la ocupación al 100%. Los vuelos llegan llenos y se van llenos. Eso puede llevar a otras compañías aéreas a establecer nuevas rutas o nuevos vuelos», señaló.

Expansión de hoteles ‘boutique’

Por otra parte, la concejala Sandra Gómez aseguró que aunque València no ha alcanzado una saturación de plazas hoteleras, sí explicó que la tendencia son espacios «con menos habitaciones, más personalizados», es decir los tipo ‘boutique’. «València tiene margen para asimilar nuevos proyectos y también tiene la capacidad», señaló.