La Policía Local de València reforzará durante varios días la vigilancia y el control en el entorno de la plaza de San Agustín hasta que se consolide el doble sentido de Barón de Cárcer y el desvío de tráfico por la calle Sant Pau, tras el cierre de la calle San Vicente por las obras de reurbanización. La operación, coordinada ayer entre la delegación de Movilidad Sostenible y la Policía Local para habilitar el doble sentido en Barón de Cárcer y desviar el resto del tráfico, se desarrolló sin grandes contratiempos, más allá de las habituales retenciones al tener que repintar marcas viales y desplazar señalización. Alrededor de las tres de la tarde, y tras casi un día ininterrumpido de trabajo, se cerró el tránsito por San Vicente y entraron en servicio las nuevas rutas alternativas.

El jefe de señalización del Movilidad Sostenible estuvo supervisando durante todo el día la operación; decenas de agentes de la Policía Local de València controlaron el tráfico. Por la tarde, los vehículos circulaban sin problemas por los nuevos desvíos. El hecho de que agosto sea el mes con la menor intensidad de tráfico ha permitido llevar a cabo este cambio con cierta normalidad.

Como ya explicó Levante-EMV, Movilidad Sostenible ha replicado en toda la longitud de la avenida Barón de Cárcer las medidas de seguridad extra para advertir a conductores y viandantes del doble sentido. Así, al igual que en el tramo de Garrigues a la plaza de Brujas, desde San Agustín hasta Garrigues se han colocado pivotes en el centro de la calzada y en los pasos de peatones se lee en el suelo la leyenda «espere verde» para las personas que van a pie.

Desde que se redoblaron las medidas de seguridad en el primer tramo de Barón de Cárcer no se han registrado más incidentes ni atropellos, por lo que los responsables de Movilidad confían en que en el nuevo tramo siga funcionando esta señalización.

También será necesaria una presencia habitual de la Policía Local hasta que conductores y peatones asimilen el doble sentido en toda la avenida. Fuentes del cuerpo explicaron a este periódico que así está previsto, al igual que un mayor control del tráfico en la zona durante los próximos días. No especificaron sin embargo el número de agentes destinados.

En cuanto al servicio de la EMT, las tres líneas que van hasta el Mercat Central se verán beneficiadas de un recorrido mucho más directo y sin los peligros que representaba la anterior ruta por la calle San Vicente, que obligaba a los conductores a hacer dos giros de 90 grados para incorporarse a Barón de Cárcer.

Mientras, otras 12 líneas usarán la calle Sant Pau para llegar hasta la plaza del Ayuntamiento. Movilidad Sostenible va a modificar una de las isletas de San Agustín para «redondear» el radio de giro de los autobuses y facilitar sus maniobras hacia Sant Pau.