Unos 50 colectivos de ciudadanos inmigrantes decidieron ayer crear una comisión de seguimiento sobre la detención de una vecina de origen camerunés de Ciutat Fallera, que consideran «desproporcionada» y que denunciarán ante la ONU por «racismo y xenofobia». Según explicó el portavoz de esta próxima comisión, Papa Balla, que es también miembro de la Asociación Civil Jarit, se denunciará al Ayuntamiento de València ante la ONU, porque indicó es quien está al mando de la Policía Local.

Como publicó este diario, los agentes del cuerpo municipal acudieron la semana pasada al Centro Cultural y de Ocio de Camerún, en Ciutat Fallera, donde vive la detenida junto a su familia. Los policías acudían a precintar el local, y según la mujer, Nieves Nfina, fue agredida, amenazada e insultada por los agentes con una actitud racista. La concejala de Seguridad Ciudadana, Anaïs Menguzzato, y el alcalde Joan Ribó, consideraron que los policías no se excedieron en ningún momento. La edil incluso aseguró que fue la detenida quien agredió en un primer momento a los policías. A la denuncia de la vecina de origen camerunés se sumó la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, y ahora se une la iniciativa de los colectivos de inmigrantes de la ciudad.

Según Papa Balla, además de la denuncia ante la ONU, están trabajando en la organización de una concentración de repulsa y de denuncia para septiembre tras lo ocurrido. Asimismo, ayer señalaron en la reunión que el protocolo de la policía «no ha sido el adecuado», dado que según indicaron, la policía «no ha tenido en cuenta testimonios y grabaciones, así como la firma de vecinos negando que haya habido denuncias por molestias».