València contó durante la Guerra Civil con 25 sirenas por toda la ciudad que se activaban desde el Micalet para advertir de la llegada de los aviones y ahora una de estas sirenas --de gran tamaño-- se puede visitar en la exposición temporal 'Tempesta de ferro', en la sala de exposiciones de la calle Arzobispo Mayoral.

La concejala de Cultura, Gloria Tello, ha explicado que esta muestra se completa con la sirena, fabricada en Barcelona a principios de la guerra y que funcionaba mediante un motor eléctrico que hacía girar, a gran velocidad, la parte interior de aluminio para producir el sonido.

La sirena que se expone en el Ayuntamiento estaba situada en la zona del puerto y es una de las dos que se conservan. La otra está en su lugar original, frente a la Finca Roja, y se puede observar desde la calle en la azotea de un edificio de la plaza del Pintor Segrelles.

'Tempesta de ferro. Els refugis antiaeris a València' es una exposición centrada en tres ejes temáticos. La primera parte se dedica a los ataques que sufrió la ciudad por aire y mar, y a los medios para repelerlos. Los paneles informativos recuerdan que València fue una de las ciudades que sufrió más bombardeos, más de 440, especialmente a raíz de ser sede del Gobierno de la nación.

La segunda parte muestra los efectos de los ataques en los edificios y en la población civil. El impacto se calcula en 825 víctimas mortales y 2.831 heridos a 31 de enero de 1939, según se recoge en la publicación editada con motivo de la inauguración de la restauración del refugio. El testimonio gráfico recogido por los fotógrafos de la época refleja la dureza del conflicto.

La tercera trata sobre la construcción de refugios acometida por la ciudad. La exposición lleva abierta desde el 19 de abril y acabará el próximo 3 de septiembre.