Los alumnos del colegio Santo Ángel de la Guarda de València tendrán que empezar sus clases en el emplazamiento actual de la calle San Vicente. El colegio provisional al que deben trasladarse, que se construirá con barracones en un solar junto al hospital Peset, no estará listo para el 11 de septiembre, por lo que el traslado se retrasará al menos un par de meses.

El colegio Santo Ángel de la Guarda está situado dentro del viejo Cuartel de Ingenieros, una parcela de 36.000 metros cuadrados de superficie que después de varias décadas de abandono se convertirá en una nueva zona urbana con viviendas, zonas verdes y un colegio de nueva construcción que sustituirá las naves y barracones en las que se asienta el actual.

Pero para llevar a cabo ese proyecto lo primero que hay que hacer es trasladar a los alumnos a otro emplazamiento provisional, que es lo que estaba previsto hacer este verano pero que todavía no ha comenzado.

El Ayuntamiento de València ya puso en primavera la plancha de hormigón en un solar municipal situado junto al hospital Peset, que aunque está a más de un kilómetro de distancia era el más a mano para ello. Pero las adjudicaciones de la Conselleria de Educación, que en esta tanda afectaban a una veintena de colegios de toda la Comunitat Valenciana, no se produjo hasta el mes de julio y el contrato con la empresa adjudicataria, Modular Normalizada S. L. se firmó a primeros de este mes. El montante global es de 422.000 euros.

Ahora, la empresa prevé iniciar los trabajos de montaje de los módulos esta misma semana, pero su gerente, José Ángel Viejo, asegura que ya no es posible tenerlo terminado el 11 de septiembre, que es la fecha en la que comienza el curso escolar.

Según dijo, «colocar los barracones es lo más sencillo», sobre todo porque ellos ya lo tienen «todo preparado», pero recuerda que además de los módulos hay que montar los sistemas de seguridad, las cubiertas o la climatización, cuestiones que se demoran en el tiempo. Además, se está negociando el contrato eléctrico con Iberdrola.

En conclusión, los trabajos se prolongarán como poco hasta el mes de octubre, por lo que los alumnos deberán empezar las clases en su emplazamiento actual. En las conversaciones que han tenido en las últimas semanas, los responsables del colegio han asegurado tener todo preparado para el traslado, por lo que «una ver terminadas las obras, la mudanza también sería rápida», seguramente dentro del primer trimestre del curso.

Nada más liberarse el colegio del Cuartel de Ingenieros, está previsto licitar las obras de urbanización de la parcela, vender los solares para hacer fincas y construir el nuevo centro educativo.