Los restaurantes del Paseo Marítimo de València, uno de los puntos que probablemente se vea afectado por las nuevas medidas antiterroristas, creen que la colocación de vallas no resolvería el problema y confían en la presencia policial, que durante el verano es muy buena, pero que los domingos por la mañana, durante el invierno, es mejorable. Así lo aseguró ayer el portavoz de los restaurantes, Santiago Gómez, quien dijo sentirse «tranquilo» con el trabajo que hacen los agentes en la actualidad. «Con barreras físicas es imposible, porque pueden salir y entrar por cualquier sitio. En todo caso se podrían poner barreras a la entrada o la salida, pero no en todo el paseo. Lo que hace falta es presencia policial y en ese sentido estamos tranquilos, porque ahora siempre hay un coche de la Policía Local o de la Nacional patrullando por aquí. Cuando habría que tener cuidado es los domingos por la mañana en invierno, que hay mucha gente y no tanta policía», explicó.