El Ayuntamiento de València ha reducido su deuda un 17 % en dos años, hasta los 616 millones del euros al cierre del segundo semestre de 2017, y espera cerrar el año con una deuda de 582,5 millones, según ha señalado el alcalde, Joan Ribó.

Según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, Ribó ha hecho referencia a los datos del Banco de España al cierre del segundo semestre, y los ha comparado con el pico más alto de la deuda local, alcanzado en 2012.

Ha indicado que los datos recopilados por el órgano supervisor bancario -que analiza la deuda de los ayuntamientos de más de 300.000 habitantes según el denominado Protocolo de Déficit Excesivo (PDE)- reflejan una acusada reducción de la deuda del Consistorio valenciano en los últimos años, ya que en mayo de 2012 las deudas del Ayuntamiento llegaron a los 1.200 millones.

Desde el Ayuntamiento añaden además, que la proyección realizada en base a los ingresos y los gastos previstos, indica que el Consistorio acabará 2017 con una deuda de 582,5 millones, lo que significará que desde mayo de 2015 la deuda se habrá reducido en 156 millones de euros, un 21 %.

Si se cumple la previsión, han añadido las mismas fuentes, esta cifra será la más baja desde el año 2002 y supondrá que la deuda estará por bajo del 75 % de los ingresos anuales, que es lo que solicita el Gobierno central que cumplan los ayuntamientos.

Esto significa que el Ayuntamiento podrá pedir nuevos préstamos sin la obligación de solicitar autorización y estar tutelado por el ministerio de Hacienda.

Ribó ha asegurado que "se puede bajar la deuda y gobernar para las personas, aumentar el gasto social, la limpieza y las dotaciones públicas", y ha puesto como ejemplo el Parque Central.

"Los datos demuestras que la derecha gestiona bien sus propios recursos, pero mal los de todos. Nos han endeudado hasta las orejas y firmaron acuerdos difíciles de gestionar. Han malgastado por encima de sus responsabilidades, pero ahora, con rigor, vamos por el buen camino", ha dicho el alcalde.