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Medio Ambiente

El Consell baraja almacenar la paja del arroz para reciclarla y evitar su quema

Medio Ambiente busca naves para acumular el rastrojo y distribuirlo de forma escalonada tras consultar con empresas que lo usan como materia prima - El coste de recogerlo y el acopio es su principal objeción

El Consell baraja almacenar la paja del arroz para reciclarla y evitar su quema

La Conselleria de Agricultura y Medi Ambient trabaja de forma clara para buscar alternativas a la quema de la paja del arroz. Tal y como ya avanzó semanas atrás la consellera Elena Cebrián, a principios de septiembre se promulgará una resolución que permitirá a los arroceros poder quemar la paja sobrante de la siega del arroz.

Pero la conselleria va más allá. En la búsqueda de posibles soluciones, desde el propio departamento de Medio Ambiente se ha realizado un sondeo entre las posibles empresas interesadas en la paja del arroz para poderla reciclar y utilizarla en la fabricación de diferentes productos que van desde mobiliario urbano, pasarelas, maderas? a su uso en granjas avícolas, como protección de los huevos, según explicó ayer el concejal de Medio Ambiente de Cullera, Hugo Font.

Los empresarios del sector interesados han avanzado a la conselleria que para ellos podría suponer un sobrecoste el tener que recogerla y almacenarla durante largos periodos de tiempo, con lo que funcionarios de la propia conselleria están estudiando alternativas, como por ejemplo encontrar naves industriales en las que almacenar la paja sobrante de la siega y de esta forma acumularla hasta abastecer a dichas empresas.

Un paso más

Se trata de un paso más por parte del departamento de Medio Ambiente en el objetivo de caminar hacia un escenario en el que no se produzcan quemas, un problema que, como admiten las autoridades, tiene «difícil solución». La propia consellera ya advirtió al anunciar a principios de mes que se volverían a autorizar este año las quemas, en determinados puntos y días, que «es un problema sin soluciones a corto plazo», ya que tiene unas implicaciones en materia de sanidad vegetal como por el uso que se les da a los campos de arroz por parte de los cazadores.

Ahora, a la espera de concretar cómo se puede ofrecer a las empresas que utilizan la paja estos lugares de almacenamiento, se está trabajando a marchas forzadas en la resolución que está previsto publicar en los próximos días, que marcará las zonas donde se autorizará, y en las que no, la quema de la paja del arroz. Las quemas se realizaran en días y momentos totalmente controlados, para así poder evitar las densas y molestas cortinas de humo que generan.

Resolución más restrictiva

El año pasado ya se concedió esta autorización con restricciones a través de una resolución oficial por primera vez, si bien en anteriores campañas se había autorizado solo con informes técnicos, lo que venía a demostrar una gran predisposición de entendimiento con el sector arrocero. A pesar de ello y de la proximidad de la publicación de la resolución, apenas ha trascendido el contenido de la misma, aunque se sabe que sí será más restrictiva que la del año pasado.

La quema se autoriza para eliminar estos restos y evitar que se produzca, al pudrirse la paja, la temida anoxia o falta de oxigeno en el agua, lo que podría provocar una importante mortandad de peces de la zona. Todo parece indicar que la posibilidad de facilitar el almacenaje de la paja sobrante de la siega para su reutilización se concibe como una de las mejores alternativas de cuantas se han estado barajando en los últimos años como una clara opción para evitar la quema de la paja del arroz en la zona limítrofe con el Parque Natural de la Albufera de València.

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