Cientos de bañistas de las playas de El Saler observan estos días con cierto asombro a numerosas parejas de flamencos, con sus crías incluidas, en el lago artificial de la Devesa, un espacio en el que, al igual que en l'Albufera, se han visto otras veces durante la migración de enero y febrero. Es toda una novedad que responde, según los expertos, al gusto que estas aves han tomado por València, donde cada vez se quedan más.

En los últimos años, ciertas partes de l'Albufera, como el Racó de l'Olla, han sido lugar de descanso de los flamencos en su migración desde Francia al sur de España y Marruecos. Pero según las fuentes, estas aves son de migraciones cortas y últimamente van y viene a lo largo del año, fijándose cada vez más en el parque natural valenciano.

Eso ha hecho que muchas parejas críen por la zona y en un momento determinado puedan volar hasta el lago de El saler con sus pollos ya muy avanzados, como los de la foto. Es más, algunas hembras están probando ya a hacer nidos y no se descarta que pronto l'Albufera y su entorno sea lugar de reproducción.