La tradicional, y contaminante, práctica de quemar la paja del arroz hace ya un tiempo que está en el punto de mira. Ahora, se le buscan alternativas que no solo sean más saludables para el ecosistema, sino que también reviertan en beneficios económicos. La idea es pasar de un residuo sin mayor beneficio a otro que genere valor añadido y riqueza.

De este modo, la concejalía de Agricultura, Horta y Pobles del Ayuntamiento de València está promoviendo distintas iniciativas y proyectos que tienen como protagonista a la paja del arroz, un residuo agrícola que resulta inconveniente tanto quemar como abandonar en los campos tras la recolección, que está próxima a comenzar.

Con estas iniciativas se abren posibles usos como su empleo para producir diferentes clases de setas, convertirlo en alimento para la ganadería mezclado con piel de naranja, a los que se suman otros como fabricación de papel o construcción de mantas de uso en jardinería.

De hecho, el ayuntamiento ya trabaja con una incubadora agroalimentaria, AGRO-LAB, basada en la producción de proximidad y en la economía circular.. Una de las dos propuestas seleccionadas contempla utilizar la paja del arroz ecológico para la producción de setas.

El otro proyecto seleccionado se centra en desarrollar la conversión de la paja del arroz, mezclada con piel de naranja, en un nuevo alimento ecológico para la ganadería que sea competitivo en el mercado.