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Entrevista

Consol Castillo: "Estoy segura de que el Govern de la Nau aprobará la asignatura del Cabanyal"

La concejala advierte de que si el PP empleó 24 años «en destruir el barrio, la reconstrucción va a ser compleja»

Consol Castillo: "Estoy segura de que el Govern de la Nau aprobará la asignatura del Cabanyal"

Licenciada en Geografía e Historia, y profesora de valenciano por la Universitat de València, Consol Castillo es una histórica militante de UPV primero y el Bloc después. Consiguió acta de concejal por Compromís en el «cap i casal» en las elecciones de 2011. Tras ser una de las voces más críticas en la oposición contra el PP , desde 2015 ejerce tareas de gobierno en el área de Bienestar Social, Agricultura y los Pobles de València.

P ¿Qué situación se encontró cuándo llegó a bienestar social?

R El PP nos dejó con un personal insuficiente porque no se habían convocado oposiciones desde hacía más de 10 años, una dotación económica muy baja y unas expectativas de cambio muy elevadas.

P Dice que su gobierno ha aumentado el presupuesto un 65 % más respecto al que había en 2015.

R Así es. Y en algunas partidas estamos ya duplicando lo que se destinaba. Por ejemplo, en el Punt de Trobada Familiar hemos pasado de 264.000 euros, a sacar un concurso de licitación de casi medio millón de euros, de los cuales 130.000 los pondrá la Generalitat y el resto el ayuntamiento. Es un salto importante. Las becas del comedor solo cubrían del 1 de octubre al 31 de mayo; ahora cubren 10 meses la alimentación de los niños y lo complementamos con una convocatoria extraordinaria para verano que no estigmatiza, porque se ofertan actividades que incluyen la comida.

P ¿Qué techo presupuestario debe alcanzar su delegación?

R Pues mira, Euskadi según el último Informe Foessa dedica 709 euros por habitante y año para servicios sociales, y en 2015 aquí se dedicaban 69 euros. Por lo tanto, hasta que no alcancemos un nivel digno, necesitamos aumentar las prestaciones. Al alcalde le dije que no voy a pedir muchos más recursos económicos para 2018. ¿Por qué? Porque desde el punto de vista de la gestión de personal yo no tengo capacidad para gestionar un presupuesto mayor. En estos momentos, mi concejalía (sin contar mayores, igualdad, cooperación), estamos sobre los 45 millones de euros anuales. Pero lo que necesitamos es aumentar el personal y en paralelo aumentar los recursos económicos para poder gestionarlos adecuadamente.

P El PP le critica que haya cambiado muchos convenios.

R Es que era necesario. Mira, para 2019 habremos terminado con muchos de los estigmas que había y habremos introducido orden, que falta hacía. Por ejemplo, estamos a punto de cambiar la ordenanza para regular las tarjetas de aparcamiento de personas con movilidad reducida y acabar con la picaresca. Y hemos organizado un protocolo para el ingreso en la residencia de Vall de la Ballestera, no porque como le expliqué al PP las personas que estaban allí no merezcan la plaza, sino que hemos de ordenar por qué están unas y no otras, y se ha de priorizar a las personas que tienen menos recursos.

P Ustedes han decidido acabar con las colas de la pobreza. ¿Está dando resultados su apuesta de empoderar a las personas menos desfavorecidas? Lo digo porque un informe de Casa Caridad aseguraba que la pobreza se estaba cronificando.

R Estamos empoderando a esas personas, pero los cambios sociales son muy lentos. Una tercera parte de la ciudad está en exclusión y es verdad que la pobreza se cronifica, pero si los padres de una familia no tienen recursos, difícilmente sus hijos podrán optar a una vida mejor. Por eso es tan importante empoderarlos, ayudarlos y generar estabilidad en esas familias.

P ¿Qué proyecto de bienestar social es prioritario en estos dos últimos años de mandato?

R Cuando llegamos había 11 centros municipales de servicios sociales, a mí me gustaría alcanzar los 13, uno en las Naves de Ribes y otro desdoblar el centro de Orriols. Y otra cosa importante, es la atención a las familias, que el PP las tenían bastante desatendidas. Vamos a duplicar el punto de encuentro familiar y el servicio de asistencia a la infancia. Tenemos un centro de atención a jóvenes en riesgo de exclusión en la Malva-rosa, pero queremos construir uno nuevo en Llorenç de la Flor en el Cabanyal y otro en la nave 4 de las Naves de Ribes.

P Hablando del Cabanyal, Salvem reclama que es prioritaria la intervención social.

R Es cierto, y por eso además de construir un centro para jóvenes, habrá un centro de servicios sociales en la zona cero. Pero el Cabanyal es un tema complejo, mucho más del que nos pensábamos antes de gobernar. El PP no solo destruyó el barrio a nivel urbanístico, sino que hizo una destrucción social importante. Ahora los soluciones son más complejas. Es cierto que la otra población, la que resistió al PP, esperaba un cambio inmediato. El cambio se está produciendo, hay 45 millones del plan Cabanyal, y se están poniendo los cimientos de la mejora. Pero vamos poco a poco, no podemos hacerlo todo en un año. Si destruir el Cabanyal costó 24 años, la reconstrucción va a ser compleja. Es un reto y una oportunidad para este gobierno, y estoy segura que es una asignatura que aprobará a lo largo de lo que queda de mandato.

P València fue designada Capital Mundial de la Alimentación 2017, pero da la sensación que el año está pasando muy rápido y que está pasando un poco desapercibido el reconocimiento.

R Es que no es un evento, hay que remarcarlo. Es un compromiso que se firmó en octubre de 2015 con el Pacto de Milán y comenzamos a implementar esos compromisos en distintas concejalías. Son cambios trascendentales y estratégicos que afectan a agricultura, a comercios, deportes, cultura, etc. Esa capitalidad va a marcar un cambio en la ciudad, un cambio de hábitos, incluso de diseño de ciudad. Cuando celebremos la Trobada d’Alcaldes el 19, 20 y 21 de octubre nosotros rendiremos cuentas y los compromisos que nos vamos a comprometer en nuestra estrategia alimentaria de 2018 a 2023.

P No hay duda de que han apostado fuerte por la agricultura sostenible o ecológica, y el comercio de proximidad. Sin embargo, ¿puede cambiar de hábitos el consumidor si el producto es caro?

R Las cosas están cambiando. Hace años era prohibitivo, ahora una gran cooperativa ha anunciado que tiene casi ya cien referencias ecológicas, que son muchas. Y otras cadenas se van a incorporar. Tuve una reunión con una de ellas que era muy escéptica, y ahora ya empieza a introducir los productos de proximidad. Si garantizas al productor de proximidad que va a tener vendida la cosecha, seguramente bajará los precios. En Alemania el 80 o 90 por ciento de los productos que se consumen son de proximidad, ya no ecológicos, que sería el objetivo, pero ya siendo de proximidad estamos ganando mucho, porque se genera empleo, se evita la contaminación porque hay menos transporte, y se evitan conservantes en los alimentos.

P Los Pobles de València sufren dos grandes problemas: la pérdida de servicios y el envejecimiento de la población o la huida de los más jóvenes? ¿Si los guardianes de la huerta desaparecen, desaparecerá la huerta?

R Para mí los pueblos de València son la joya de la corona, porque son aquellos reductos donde se ha conservado la forma de vivir en la que la identidad valenciana está más viva, sobreviviendo a un gran número de inconvenientes. Mira, aquí hay un responsable claro que es el PP, que durante 24 años no desplegó infraestructuras que hicieran atractiva la vida a las personas que vivían en los pueblos. Se cerraron las escuelas y se dejó la asistencia médica diaria bajo mínimos. Pretendían dejar morir esa realidad. Estamos trabajando en mejorar todas estas cosas, mejorando las alcaldías, ofreciendo alternativas de ocio o construyendo equipamientos, como el primer parque de Benifaraig.

P ¿No cree que el sistema de presupuestos participativos penaliza a los Pobles de València?

R Sí, el sistema obligaba a competir a unos con otros dentro de una Junta de Distrito. En el presupuesto de 2018 ya no va a ser así, sino que va a haber un presupuesto para cada uno de los pueblos.

P La decisión de prohibir el bou embolat en las pedanías, ¿se podría haber gestionado mejor?

R Es un tema conflictivo y una decisión que se tomó nada más entrar a gobernar. Yo habría hecho más pedagogía antes de proceder a la prohibición. No hay que perder de vista que muchas de las peñas de los pueblos están formadas por personas más mayores y que la protección de los animales está cada vez más impregnado en el ADN de los jóvenes. Es pues una tradición que tiene fecha de caducidad, en algunos desaparecerá más rápido y otros no. Pero la prohibición ha reactivado en algunos casos la afición a los toros. Eso sí, lo que tengo muy claro es que ningún euro del erario público ha de ir a subvencionar este tipo de eventos y se han de extremarse las medidas de seguridad.

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