La portavoz municipal, Sandra Gómez, aseguró ayer que el nombre de las calles alusivas al franquismo y la dictadura será cambiado en breve una vez resueltas las dos alegaciones presentadas por particulares. Aunque no fijó una fecha, todo parece indicar que es una cuestión de elaboración de las más de trescientas placas que se colocarán en toda la ciudad.

En un principio, la idea era cambiar el nombre de 51 calles el pasado mes de junio, pero finalmente se abrió un plazo de alegaciones en el que se presentaron dos, concretamente de familiares del doctor López Ibor, cuya plaza pasará a llamarse Plaza del Grupo Parpalló; y de Mario Aristoy, que ahora será calle de María de Maeztu.

Ambas alegaciones, en las que se ponía en cuestión la vinculación de estos dos personajes con el franquismo o la dictadura, han sido desestimadas apelando a las disposiciones de la Ley de la Memoria Histórica. Por tanto, a partir de ahora el Ayuntamiento de València tiene las manos libres para llevar a cabo el cambio de nombre. En cualquier caso, la idea es que los dos nombres convivan durante un año para facilitar la adaptación de los vecinos y los comercios afectados.