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Entrevista

Francisco Dasí: "Es necesario regular la ´contaminación´ turística que sufre el mercado"

El Mercat Central pide controlar el fenómeno de los grupos turísticos para que no interfieran en la actividad

Francisco Dasí: "Es necesario regular la ´contaminación´ turística que sufre el mercado"

Francisco Dasí trabaja en la parada de Rosa Lloris, de carnes y embutidos. Fue elegido representante de los vendedores del Mercat Central hace seis años y medio, y desde entonces sigue peleando para que la Administración termine el aparcamiento de Brujas, esencial para el futuro del centenario centro de productos frescos y de proximidad. Dasí, de 50 años, habla de los retos del futuro del mercado y de cómo está afectando al negocio la masificación del turismo.

P ¿Cuál es la salud actual del Mercat Central? ¿Ha crecido o bajado la ocupación de las paradas?

R El Mercado gracias a Dios, incluso durante toda la crisis, ha mantenido una ocupación prácticamente del 100 %. Las paradas no se quedaban vacías porque se traspasaban enseguida. Es verdad que en pescadería hay un problema concreto, que tiene que ver más con la evolución del consumo del pescado. La oferta era excesiva y tenemos que hablar con la concejalía para reordenar parte de la sección y encontrar nuevos usos.

P ¿Debe buscar un nuevo rumbo el Mercat Central con posibles aperturas vespertinas?

R Es un asunto más complicado de lo que parece porque tiene que ver co el modelo de negocio. Es uno de los retos importantes y nos lo tenemos que plantear cada cierto tiempo. La gente cambia de hábitos y vive de otra manera, y mantener nuestro horario es un poco difícil. La fuerza del mercado es vender producto fresco, se basa en la persona, en nuestra profesionalidad. El agricultor que tiene su parada, por la tarde está en el campo. Y el pescadero está de madrugada en la lonja. Ampliar el horario sería cambiar la naturaleza de los negocios y quizá el género ya llegaría de otra manera, o no se defendería de la misma manera, porque la misma persona que lo vende no podría hacer el resto de tareas. Hace dos años fue la última vez que preguntamos si debíamos abrir algún día por la tarde y hubo empate técnico de 50/50, con posturas muy definidas y encontradas. Lo que está claro es que el fuerte de las grandes superficies es su horario, pero el nuestro es que somos catedráticos del producto que vendemos. Si competimos con ellos en horario, podemos perder nuestra seña de identidad, pero eso no quita que tengamos que planteárnoslo constantemente. Por otra parte, hemos visto que el servicio a domicilio está subiendo de manera bastante razonable y es una de las apuestas fuertes del mercado. Es un servicio que intenta compensar la no apertura de las tardes.

P La idea de evolucionar hacia un mercado gourmet siempre sobrevuela el futuro del Mercat Central.

R Depende de la voluntad del ayuntamiento. No podemos evolucionar si el ayuntamiento no lo consiente. Las nuevas ordenanzas están trabajando en ello y podrían contemplar algún tema de degustaciones, aunque creo que en el Mercat Central no hay espacio para ello y podríamos morir de éxito. Pero la realidad es que ahora tenemos un solo espacio gastronómico, y hoy en día la gente se mueve por la gastronomía; creo que podríamos tener 3 o 4 espacios potentes que atrajeran a la gente. Lo que está claro es que no queremos ser un mercado gourmet como San Miguel, pero podríamos enriquecernos con un poco más de gastronomía. Sería un estímulo más para el cliente.

P ¿Es necesario controlar el acceso al Mercat Central para evitar la masificación de turistas?

R La semana que viene tenemos una reunión con la concejala Sandra Gómez para abordar este problema. Nosotros no tenemos problemas con los turistas, sino con los grupos. Los turistas que viene solos o en familia pasan mucho tiempo en el mercado y se sumergen en nuestras paradas. Suelen comprar. En cambio, los grupos hacen visitas fugaces. Está claro que esto no es una catedral, pero aquí se ceremonia una actividad comercial que se debe respetar. El turista es bienvenido, pero pedimos que no interfiera en la actividad. Lo que pasa es que lo guías turísticos son muy reacios a cualquier acuerdo. Hay opciones, como establecer horarios de visitas, dar las explicaciones fuera o que no entren todos de golpe.

P Vendiendo en un edificio que es BIC y con gran atractivo turístico, ¿se puede regular su acceso?

R Somos los más conscientes de dónde estamos. Seguramente el Mercat Central es lo más auténtico de la ciudad, lo que más impresiona al turista, porque es un edificio vivo. Pero la actividad turística ha cambiado mucho en dos o tres años, con problemas de saturación en toda la ciudad. Por eso hay que regularlo.

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