La compañía china Ofo, dedicada al alquiler de bicicletas compartidas en la vía pública y que prevé desembarcar en València con miles de ciclos, no podrá operar en el «cap i casal» hasta que la Ordenanza de Ocupación del Dominio Público contemple la regulación de este tipo de negocios. Así lo confirmaron ayer fuentes del equipo de gobierno a este periódico que precisaron que, de momento, Ofo SP SL -filial española- no ha solicitado licencia de actividad para poner en marcha su negocio. La nueva ordenanza podría presentarse en unas semanas.
Las negociaciones entre Ofo y el ayuntamiento llevan produciéndose desde hace meses, ya que la compañía china eligió e «cap i casal» para iniciar su desembarco en España. Ofo ya cuenta con unas 400 bicicletas en un almacén preparadas para distribuirlas por toda la ciudad, aunque de momento se encuentra en fase de pruebas. Su plan es ir aumentando poco a poco la cifra -según la demanda- y llegar incluso hasta las 15.000 unidades si fuera necesaria.
El negocio se basa en compartir bicis de alquiler en la vía pública -bike sharing-. Los usuarios se descargarán una aplicación de móvil en la que, tras registrarse, aportar los datos de su tarjeta y establecer un saldo, geolocalizará la bici más próxima a su ubicación y mediante un código QR podrán desbloquearla y usarla. Cuando acaben podrán dejarla en cualquier lugar.
Es precisamente este punto el que ha obligado al Ayuntamiento de València a tomar la iniciativa para evitar problemas en el futuro. El consistorio ha instalado cientos de aparcabicis en la ciudad, pero podrían ser insuficientes si hay miles de bicis de Ofo. Desde Mobilitat Sostenible negocian que la compañía china instale sus propias horquillas para estacionar y que señalice de amarillo -el color corporativo- los espacios destinados a estos ciclos. En otras ciudades se habla de «caos» por la invasión de este tipo de bicis de alquiler compartidas. València deberá regular el uso que hacen del espacio público y proponer una contrapartida económica por operar en la vía.
