El año de València como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible avanza y con él las jornadas e iniciativas relacionadas con ella. En este sentido, durante este fin de semana se celebra, en el Palau de l'Exposició, el encuentro «Sociedad Civil, Alimentación y Ciudades Sostenibles» en el que expertos, miembros de la Red de Ciudades por la Agroecología y representantes de todo tipo de asociaciones debaten e intentan tomar medidas ante los problemas alimentarios de las ciudades y del planeta en general.

El propio alcalde, Joan Ribó, estuvo ayer en la presentación de este evento, que sirve como una especie de ensayo ante la tercera cumbre mundial de alcaldes que tendrá lugar del 19 al 21 de octubre y el que acudirán representantes de más de 70 ciudades de diferentes continentes.

Ribó destacó en su intervención la importancia de la sociedad civil para cambiar la forma de acceder a los alimentos. Y abogó por un cambio de mentalidad debido a que «la alimentación debe tener un papel importante porque repercute en la calidad de vida de las personas». El primer edil puso como ejemplo de actuación ciudadana el libro de Stéphane Hessel «Indignados» y animó a que la gente «se replantee la relación con los poderes públicos».

Por su parte, el representante de FAO, Arturo Angulo, alertó de que el hambre en el mundo «ha aumentado hasta los 815 millones de personas». Por lo que se complica en gran manera el objetivo mundial de llegar a «cero hambre» en el año 2030. Por eso llama, precisamente, a los ayuntamientos y a los ciudadanos a «poner vías de solución».

Por el producto de proximidad

Por su parte, Ribó, matizó que los problemas alimentarios también producen «sobrepeso y obesidad» y lamenta el «abandono de la agricultura de proximidad» y el «envejecimiento» del sector agrícola». Por lo que propone medidas incentivadoras para los jóvenes, así como una mayor red de huertos urbanos y una apuesta más decidida de los consumidores por los productores locales y por consumir en los mercados.

Otro de los objetivos de estas jornadas es fomentar los productos de kilómetro 0 y también la producción y consumo de la agroecología. Y, en esta línea, Teresa Artigas, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza -impulsor de la red de ciudades por la Agroecología», decía que «las ciudades tenemos el reto de garantizar una alimentación sana, saludable, sostenible cercana y segura para nuestros habitantes».