Por segundo año consecutivo València rindió homenaje a sus mercados municipales, así como a los trabajadores que dan lo mejor de sí cada día en ellos. Y también a la clientela que sigue apostando por este tipo de consumo de proximidad y cercanía. De este modo ayer miles de personas se dejaron caer por los 14 mercados municipales de la ciudad que ofrecían todo tipo de iniciativas que iban desde paellas gigantes, hasta música en directo, horarios ampliados hasta pasada la media noche y productos y degustaciones de todo tipo.

La jornada arrancaba por la mañana, como empieza a ser ya tradición, con los juegos infantiles pensados para los más pequeños en Benimàmet y en Natzaret. Así, en el primero había talleres de juegos tradicionales y en el segundo marionetas. Allí, mientras los pequeños se entretenían, los mayores empezaban a hacer cola para degustar la paella gigante que se estaba preparando en ambos barrios. Por ejemplo, en Natzaret ya había gente haciendo cola desde las 12 de la mañana. Y reclamaban que se llevaran a cabo más veces iniciativas similares. «Aquí hay mucho paro, tenemos necesidad y está muy bien que repartan comida, pero debería ser más a menudo», era el clamor popular.

La jornada fue avanzando y los otros 12 mercados municipales empezaron a tomar el relevo. Los más concurridos, como ya pasó en 2016, fueron el del Mercado Central, donde se registaron largas colas para acceder, y el de Russafa. En el primero la actuación estrella era la de Asseles, The Sepionoets y los veteranos roqueros de Bajoqueta Rock. Mientras que en Russafa actuaron, también con gran éxito, Lulú y los Tigretones.

Pero si algo atrae a los ciudadanos a esta fiesta es la gran cantidad de degustaciones y el hecho de poder disfrutar de un lugar tan cotidiano como los mercados, en un ambiente totalmente diferente y especial. La gente se animó a kantar en el karaoke del mercado de Jesús o en el de Algirós, estuvo bailando el popular Swing en Jerusalén o disfrutando del Circ Express en el Mercado Rojas Clemente y en el de Torrefiel.

Ribó agradece el apoyo

Entre los miles de asistentes a esta segunda edición del Bonic/a Fest había, como no, miembros del equipo de gobierno local e incluso autonómico. De este modo, el alcalde, Joan Ribó, junto a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el concejal de Comercio, Carlos Galiana, estuvieron en la inauguración del mismo que tuvo lugar en el Mercado del Grau. Allí, el alcalde agradeció la presencia de la gente, así como el esfuerzo de los vendedores. Y también puso de manifiesto la importancia de consumir productos de kilómetro cero, de apostar por este tipo de superficies comerciales y también por incentivar los huertos urbanos y el compromiso de la gente por saber de dónde es lo que consume.