El debate sobre el estado de la ciudad no se caracterizó por los grandes anuncios o novedosas medidas para el próximo año. No obstante, hubo algunos. Y uno de ellos fue la puesta en marcha de «un proceso participativo, con arquitectos y urbanistas, para encontrar la mejor solución para que la Plaza del Ayuntamiento pase de ser una gran rotonda a un espacio ciudadano», es decir, se dan los primeros pasos para peatonalizar, total o parcialmente, la principal plaza de la ciudad.

Por lo demás, el alcalde, Joan Ribó, se centró en planes que ya están en marcha pero que la ciudadanía espera como agua de mayo. Así, anunció que la primera fase del Parque central, que afecta a un 40% del espacio, se abrirá a los vecinos antes de las próximas fallas. «Ya están muy avanzados los proyectos de las Naves de Ribes dedicados a actividades culturales y a la Universidad Popular», precisó. Y anunció también que antes de la próxima primavera comenzarán las obras del aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas.

De menor envergadura, pero igualmente relevantes para la población, el alcalde anunció que a comienzos de 2018 se abrirá un nuevo centro de servicios sociales en el barrio de Zaidía, con proyectos similares para el Cabanyal y las naves de Ribes. Y para los menores, Ribó explicó que las escoletas de Nazaret, Tres Forques y Quatre Carreres serán totalmente públicas a partir del curso que viene, lo que permitirá ajustar el coste de las mismas.

Otros anuncios fueron dos líneas nocturnas de EMT, tres nuevas juntas de distrito para los poblados del Sur, Oeste y Norte, la ampliación de los contenedores de materia orgánica a más barrios, nuevos espacios para perros, unas instalaciones para la recogida de animales común con el área metropolitana etc.

Planes de empleo

También los portavoces de los grupos municipales que forman parte del Govern de la Nau hicieron sus propios anuncios. Por ejemplo, la socialista Sandra Gómez anunció un acuerdo con el Instituto Valenciano de Finanzas para financiar el talento y evitar el exilio de los jóvenes; la contratación de hasta 1.000 chicos en el programa Anem, que este año ha empleado a 500; o un nuevo plan de empleo para mayores de 50 años.

Así mismo, anunció que se va a limitar el número de apartamentos turísticos en Ciutat Vella y las negociaciones con las plataformas digitales para evitar los apartamentos ilegales y hacer que cumplan con sus obligaciones fiscales.

Por su lado, la portavoz de València en Comú, María Oliver, anunció que a finales de este año tendrán las primeras viviendas para adjudicar y que se aumentará en un 50% el parque de viviendas públicas.

También aseguró que próximamente se aprobará el reglamento de transparencia, uno de los ejes de su política.