Y si hubo un capítulo para el anuncio de obras y proyectos, también hubo referencias a las cosas que se han evitado, esencialmente en materia de seguridad y orden público. Tras reconocer que la seguridad absoluta frente al fanatismo no es posible, Joan Ribó aseguró que «ya se han tomado todas las medidas que han pedido los especialistas» tras los atentados de Cataluña. Se ha mejorado la coordinación con otras policías y se está formando a los agentes, trabajando paralelamente en la multiculturalidad para evitar problemas de convivencia, dijo.

También se han tomado medidas contra el botellón, imponiendo, según el alcalde, 3.334 denuncias a establecimientos, abriendo 526 actas por consumo de alcohol en vía pública e imponiendo 217 denuncias por ruido.

Y para mantener el orden en las calles, el alcalde explicó que se han abierto 3.300 expedientes de terrazas frente a los 206 que abrió el Partido Popular en el año 2014. Sólo en los últimos doce meses se han tramitado 350 sanciones a terrazas que excedían el espacio o el horario estipulado.

El trabajo municipal ha sido clave, por último, en la defensa de las familias desde un punto de vista más social. Concretamente, el consistorio ha evitado, según Ribó, 2.537 cortes de luz, gas y agua a familias valencianas con problemas para mantener los servicios básicos de sus viviendas. Además, el Govern de la Nau ha actuado en 856 casos de desahucios, otro de los objetivos prioritarios de la gestión municipal.