Las cámaras colocadas en el cauce del río Turia, un total de 29, han permitido esclarecer cuatro delitos en los seis meses que llevan de funcionamiento. Así lo ha asegurado la Concejalía de Protección Ciudadana en respuesta al grupo Ciudadanos, que había pedido información sobre este controvertido servicio, demandado en muchas zonas de la ciudad pero, por el momento, sólo instalado en el Jardín del Turia.
En total, el número de cámaras repartidas por el viejo cauce son 29. En principio iban a ser 15 cámaras y cuatro lectores de matrícula, pero la reducción del coste del proyecto de 620.000 euros a poco más de 500.000 y el aprovechamiento de algunas conducciones ya existentes, permitió llegar hasta la treintena y ampliar el radio de acción, que abarca desde el puente de l´Assut de l´Or hasta la estación de Autobuses.
Concretamente, las cámaras están distribuidas entre los tramos III (2 cámaras), IV (5 cámaras), V (6 cámaras), VI (7 cámaras), VII (3 cámaras), VIII (5 cámaras) y IX (1 cámara). Únicamente no cuentan con este servicio los tramos I y II.
Apenas seis meses después de su entrada en funcionamiento, Todos los aparatos están en servicio. De hecho, todavía están dentro de la garantía de dos años con la que fueron comprados. Y ya han dado sus primeros resultados en la protección de estos espacios y el esclarecimiento de delitos.
En concreto, sus grabaciones han sido reclamadas por la Policía Nacional para la investigación de cuatro casos, uno de delito contra el patrimonio, muy frecuente en los puentes históricos de la ciudad; otro por daños a un vehículo, un tercero relacionado con una agresión y finalmente un robo con intimidación, otra de las cuestiones que preocupan en una zona muy boscosa y poco frecuentada a determinadas horas del día.
Según establece la ley reguladora de este tipo de servicios, las grabaciones que realizan estas cámaras de vigilancia pueden guardarse un máximo de treinta días, salvo en aquellos casos en que esas grabaciones «estén relacionadas con infracciones penales o administrativas graves o muy graves en materia de seguridad pública, con una investigación policial en curso o con un procedimiento judicial o administrativo abierto». Las imágenes captadas no pueden, además, ni ser tratadas ni manipuladas.
Proyecto ampliado
El cauce del río es el único lugar de la ciudad donde se han colocado este sistema de vigilancia y se ha hecho después de un largo proceso que empezó el Partido Popular. La actual Concejalía de Protección Ciudadana asumió el proyecto y después de analizarlo en profundidad lo modificó para ampliarlo después de que la licitación y adjudicación del mismo resultara más económica de lo que se había presupuestado inicialmente. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad se trasladan a través de fibra óptica al servidor de la Policía Local de València, donde se almacenan por el tiempo que marca la ley para que puedan ser utilizadas por los jueces o la policía.
