No es Navidad, pero para la familia Barrao-Gascón es como si lo fuera. Ellos «no vuelven a casa» el 24 de diciembre para reencontrase con la familia. Ellos hacen la maleta en septiembre para recorrer el territorio nacional y hacer precisamente eso: encontrarse con los suyos. ¿Qué más da que sea septiembre y no haya turrones encima de la mesa? Hay vino, hay cava y hay alegría. La distancia, para ellos, no es un problema.

Las llaman «primadas» -la organización corre a cargo de 26 primos hermanos- y viajan desde Asturias, Pamplona, Huesca, Zaragoza, Teruel, València, Cádiz y Sevilla. Imposible borrar la sonrisa cuando, una vez al año, esta familia aragonesa rompe la hucha, tacha la cita del calendario y pone rumbo al destino que se haya decidido en la última ocasión. De hecho, han celebrado «primadas» en Huesca, València, Zaragoza, Pamplona, Tarragona y Guipúzcoa. Este año les tocaba repetir destino (València) y ayer, los 54 miembros de la familia Barrao-Gascón -46 adultos y 8 niños- disfrutaron por todo lo alto en un hotel donde se quedaron a dormir todos, incluidos los que viven a una parada de metro. No estaban todos los que son, pero quien faltó a la cita se mantuvo presente en el recuerdo.

Hasta el año 2003, el clan Barrao-Gascó se reunía al completo en bodas y entierros, como cualquier familia. Sin embargo, los entierros se sucedían, y las bodas no llegaban. El fallecimiento del tío Amador fue clave. Él era el marido de la tía María, de 78 años, la pequeña de los 8 hermanos maños que han formado una prole que no para de crecer. Las profesiones abundan en esta familia de ferroviarios que cuenta en sus filas, incluso, con una diputada de Podemos en el parlamento de Navarra.

La cantera

María es la única de los hermanos que acudió a la cita ya que los 85 años del tío José no le permiten viajar. María goza de buena salud y mira con ternura a Emma, de 5 meses, que duerme plácidamente en su carro. Ella, junto a los gemelos Miguel y Nado, de 6 meses, son los más pequeños de la familia, la cantera de una prole que seguirá juntándose, año tras año, en septiembre, vestidos con sus mejores galas, sonrientes y felices... Casi casi como si fuera Navidad. Salud.