La orden de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente que regulará en qué zonas los agricultores pueden quemar la paja sobrante de la siega del arroz sólo incluirá algo más del 40 % del término municipal de Sueca y poco más del 20 % de los arrozales que Cullera tiene dentro del Parque Natural de la Albufera.

De las 80.000 hanegadas que Sueca dedica al cultivo del arroz sólo se podrá quemar en alrededor de 33.000 y, de éstas, solo 23.000 quedarán incluidas en la primera fase de la quema. En cuanto se publique la orden de la conselleria que debe regular esta práctica, que se espera sea inminente tras el acuerdo alcanzado la semana pasada, en Sueca se podrá quemar toda la paja que haya en los campos de arroz incluidos en lo que se conoce como el acotado viejo, mientras que la paja del acotado nuevo solo podrá quemarse tras una petición de cada particular que deberá estar justificada en base a motivos fitosanitarios. En este segundo caso la quema comenzará a partir del día 1 de noviembre.

La necesidad de limpiar de paja los campos de arroz incluidos en los cotos de caza, que en breve se inundarán, hace necesaria esta quema para evitar posibles problemas fitosanitarios y epidemias.

Por su parte, los campos de arroz de Cullera ocupan unas 24.000 hanegadas, de las cuales 13.000 se sitúan el margen derecho del río y las 11.ooo restantes en el margen izquierdo y dentro del Parque Natural de la Albufera. En la primera fase de la quema de la paja del arroz tan solo se podrá quemar un 10 % de esta superficie, las 2.400 hanegadas que se incluyen en el acotado de caza y sus alrededores, es decir, desde el Camí de l´Altet hasta el conocido popularmente como «Camí del Butano».

Las 13.000 hanegadas que hay en la margen derecha del Xúquer no están consideradas zona honda, por lo que solo podrán acogerse a la segunda fase de la quema, es decir, la que comenzará a partir del 1 de noviembre y con petición extraordinaria por riesgo de problemas o infecciones fitosanitarias. Fuentes del sector estimaron que sumando esta zona apenas se podrá quemar en un 20 % .

Los arroceros de las zonas donde no se podrá quemar la paja del arroz se muestran muy preocupados ante esta nueva regulación. Los agricultores se preguntan qué pasará con la paja de las zonas en las que no se autoriza la quema. Muchos agricultores han alzado sus criticas ante la posibilidad de que, pasados seis meses, la paja aún siga dentro de sus campos impidiéndoles comenzar de forma efectiva el ciclo del arroz.