La denuncia del PP sobre el Cabanyal se enmarcaba realmente en una crítica general al estado de los barrios. «Mientras el señor Ribó se dedica a cambiar los nombres de las calles, los verdaderos problemas de esas calles no se resuelven», dijo.

Luis Santamaría citó como ejemplos los más de 20 puntos de botellón que hay en la ciudad o los «gravísimos» problemas de ocupaciones ilegales que hay en el Cabanyal y en Orriols, «donde está llegando gente de este barrio». «La presión urbanística -dijo- está haciendo que se vaya la gente que ha vivido siempre aquí. En el Cabanyal hay gente muy mayor, es el barrio donde más gente se desplaza y estamos viendo un cambio en el mapa humano del barrio», aseguró.

Frente a esto, el presidente de la Gestora del PP dice que «no se está trabajando de una manera seria con la okupación». «Nuestra propuesta es tolerancia cero y acabar con todos los puntos que haya. No es una okupación humana, es aprovecharse de esta situación y realquilar las viviendas para aprovecharse de lo que hay», insistió Santamaría, quien acusó a Ribó de connivencia con un problema que ha llevado al límite a los vecinos.

Repaso a la ciudad

Abriendo el abanico a toda la ciudad, el dirigente popular también habló de «graves problemas de inseguridad; falta de limpieza, que es un demanda permanente; Nazaret, que sigue viviendo de espaldas a la ciudad; el aumento de gorrillas y la indigencia, que crece cada día sin que los servicios sociales los atiendan debidamente».

«Nosotros estamos visitando los barrios, asumiendo compromisos y proponiendo soluciones para ir incluyendo en un documento que presentaremos próximamente», dijo Santamaría, quien habló de Nazaret, Benicalap o la Ciudad Fallera y aseguró que va a «incrementar el calendario de visitas a los 85 barrios de la ciudad para escuchar la realidad que Ribó no quiere escuchar».

«Valencia es una gran ciudad, con muchas oportunidades y en ese sentido la gestión de Ribó está siendo un fracaso», remató el presidente de la gestora local del Partido Popular.