Un visitante coge de la mano a su nieto: «¿Has visto cómo van vestidos? Cómo antes». Esta fue una de las escenas que quedaron dibujadas ayer tras la conmemoración del 175 aniversario de la instauración de la Capitanía General en el Convent de Sant Doménec tras la desamortización de Mendizábal en el año 1842. En este día, decenas de militares desempolvaron los trajes de época que habían guardado el pasado año para caminar por los pasillos del claustro bajo la asombrada mirada de los más pequeños.

El Convent de Sant Doménec parecía ayer un homenaje al refugio que fue el convento del pueblo filipino de Baler para 50 militares españoles que quedaron aislados durante el Desastre de 1898, pues el traje más relevante fue, precisamente, el de Los últimos de Filipinas. «Hace poco ví la película que trataba el tema y me ha hecho ilusión ver la vestimenta en persona», relataba una de las visitantes a la jornada.

Asimismo, esta actividad que se encuentra incluida en el programa Palaus Transparents de la Generalitat Valenciana, acogió ayer la explicación que el subteniente Agustín Puig se encargó de relatar una y otra vez durante el paso del día. Así, el Convento abría el sábado sus puertas a la ciudadanía en una jornada que amanecía a las 9:00 horas de la mañana hasta que el sol cayó a las 20:00 horas de la tarde y que continuará en el día de hoy.

En pasadas ediciones de puertas abiertas, las visitas solían estar acompañadas por unos cuantos trípticos que narraban la complejidad de la historia de la Capitanía General y del Convent de Sant Doménec. Sin embargo, este año, el equipo encargado de organizar las jornadas (la Asociación de Amigos de Museo de la Sociedad Valenciana) decidió incluir cuatro grandes pósters gráficos y un breve vídeo explicativo en 3D que relataba la reconstrucción, año tras año, del convento tras la invasión francesa del siglo XIX.

Asimismo, sus actividades se centraron también en la de los más pequeños. Así lo relataba el teniente coronel Quecedo: «Mucha gente nos pregunta por qué, en pleno siglo XXI, sigue existiendo instituciones cómo la nuestra, pues hay un gran desconocimiento acerca de las actividades que realiza defensa en estos tiempos. Por esta razón, buscamos enseñar nuestra realidad a toda la ciudadanía valenciana y, en especial a los más pequeños, a través de estas visitas guiadas y de los juegos para los niños y niñas que busquen vivir, por unos instantes, la vida militar tras aprender los tres pasos para realizar la instrucción y aprender a marchar con el ritmo del tambor».