La presencia del presidente de la Interagrupación de Fallas de València, Jesús Hernández Motes, y su vicepresidente Pedro Pons, en la protesta ilegal contra la manifestación que llevaba por lema "Sí al valencià" del 9 d'Octubre, en la que grupos de ultraderecha acabaron provocando enfrentamientos con los participantes en la misma, se ha cobrado la primera baja: el secretario Josep Ynat le ha presentado la dimisión.
Ynat llamó personalmente a Motes para comunicarle la decisión, fundamentada en que "no es admisible que una persona que lleva la representación de todos los falleros esté en una concentración de este tipo. En las Fallas, la política se queda fuera y más viendo cómo se organizó esa contramanifestación" en alusión a los miembros de la ultraderecha.
"Estoy convencido de que acudió, tanto él como el vicepresidente, con buena intención, pero tenía que haberse dado cuenta inmediatamente de lo que estaba pasando y haberse alejado. No era el sitio para alguien que representa a las Fallas".
Se da la circunstancia de que Ynat está en las antípodas de los bandos enfrentados. De hecho, es de los pocos en estos ámbitos falleros que ha militado sin ambages y ha formado parte de listas en elecciones generales, autonómicas o municipales, por Esquerra Nacionalista Valenciana y Units per València. "Pero cuando estamos en la falla, la política se queda fuera y hablamos de fallas y sólo de fallas", subraya.
Más aún: el mismo día 9 por la noche, antes de conocer lo sucedido, Ynat escribió una reflexión en su red social: "Llastima que el 9 d'octubre ixca en els mijos per l'extrema dreta i els de la CUP i Arran, quant ningu d'ells tindria que haver estat".
La dimisión de Ynat es, de momento, la primera que se ha producido, aunque en las últimas horas también corre con fuerza el rumor de que el vicepresidente Jordi Palanca (persona afín al PSPV pero, como sucede con Ynat, ajena a lo mismo en la Interagrupación) también la podría presentar.
Lo sucedido ha puesto en una difícil situación a Motes, quien ha recibido tanto críticas por lo que se considera un error monumental -descararse en un acto en el que desde los días previos estaba cantado que la ultraderecha acudiría a contramanifestarse- como adhesiones inquebrantables y manifiestos de apoyo. Es probable que la solución pase por presentar una moción de confianza ante los presidentes en una reunión, quizá la próxima semana.
