Una marcha en bicicleta partió ayer desde la Estación del Norte de València para seguir durante cuatro días el trazado del tren regional, que llegará a Cuenca el domingo. La marcha está organizada por la Asociación por el Medio Ambiente y contra el cambio climático (AMA) y participan 50 representantes de organizaciones medioambientales y sociales que reclaman «la transición a una política de transporte sostenible».

Según la plataforma Alianza por el Clima a la que pertenece AMA y que agrupa a más de 200 organizaciones sociales, ecologistas y sindicatos, una política de transporte en línea contra el cambio climático debería impulsar la red ferroviaria convencional promoviendo su ampliación, su electrificación y la mejora de los servicios, especialmente de cercanías y media distancia.

Además, debe apostar por limitar el aumento de la capacidad de las infraestructuras aéreas o de carreteras a las necesarias para la mejora de la seguridad o la interconexión de zonas aisladas.

Advirtieron de que el caso de la línea València-Cuenca es paradigmático a la hora de poner en evidencia los desequilibrios de la política actual. «Frente a una enorme inversión en autopistas y en el AVE Valencia-Madrid, ciudades como Utiel, Requena, Segorbe o Alcoi siguen conectadas por una línea férrea trazada a principios del siglo XX, sin electrificar y con un servicio inadecuado tanto para personas como mercancías», apuntaron los miembros de AMA.