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Massanassa

Una empresa arrocera ha reutilizado en quince días la paja de 1.000 hanegadas

En total ha recogido 360 toneladas de residuos que se han destinado a una ganadería de Vall d'Alba como alimento para los animales

Una empresa arrocera ha reutilizado en quince días la paja de 1.000 hanegadas

Una empresa de Massanassa, Arrocerías Pons, ha logrado retirar en apenas quince días más de 360 toneladas de paja de arroz en algo más de mil hanegadas cosechadas de la marjal de Massanassa, extensión que representa el 50% de la superficie total de dicho término. Los restos se han destinado como alimento para el ganado. Gracias a este proyecto de colaboración entre sectores, la compañía asegura que no sólo ha dado solución parcial a las restricciones de quema de paja existentes, sino que ha implementado un sistema de flujo circular de recursos naturales, lo que refuerza su compromiso con el respeto al medio ambiente.

Arrocerías Pons ha contado con la colaboración de la familia Martínez Trilles, ganaderos de la localidad castellonense de Vall d'Alba y que disponen de maquinaria específica para el empacado de paja de cereal. El trabajo se ha realizado, además, con la implicación total de la Junta de la Marjal y los agricultores arroceros de la localidad, que han tenido que gestionar una retirada de agua anticipada, unificar las variedades de cultivos por zonas, cosechar el arroz con el «corte» de las cosechadoras más cercano al suelo, etc. «El esfuerzo y la coordinación de todas las partes ha permitido abordar con éxito esta iniciativa, al ser la primera vez que se ha realizado una retirada de tanto volumen de paja en terreno húmedo y, además, que se ha aprovechado para el consumo ganadero», aseguró la empresa.

La salud del arrozal

El trabajo de retirada abordado, llevado a cabo en apenas dos semanas (debido a la falta de lluvias en este periodo), va a contribuir igualmente a reforzar la salud de los arrozales de la marjal de Massanassa y de la calidad de sus cultivos si se sigue realizando en el futuro, al limitar la incorporación de restos de paja en dichas zonas.

El análisis previo realizado por la empresa en los arrozales puso de manifiesto que la imposibilidad de quemar la paja provoca la fermentación de la materia orgánica en el interior de la tierra, lo que genera la muerte de las raíces y de la planta. Todo esto conlleva la enfermedad de la anoxia o falta de oxígeno, fisiopatía que se ha disparado en el cultivo de arroz, en València, durante los últimos años en ausencia de la quema.

Enrique Pons, Responsable de Compras de Arrocerías Pons, explica que este proyecto de retirada de paja para el ganado «es una de las posibles soluciones para el futuro de la paja de arroz, aunque somos conscientes también de que actualmente la quema de la paja es imprescindible en todas las parcelas donde todavía no se puede retirar».

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