El portaviones «Juan Carlos I» batió récord de visitantes este fin de semana en València, con 8.400 personas. Fue, según apuntan fuentes de la Delegación del Gobierno, la visita «más multitudinaria» de este navío militar a un puerto del Mediterráneo. Prueba de ello fueron las largas colas que se registraron en la Marina de València, donde se cogían los autobuses fletados para trasladar al público hasta el barco, amarrado en la terminal de cruceros, al ser imposible por falta de calado, llevarlo a la dársena interior. El barco, como se ha publicado, recaló en València a su regreso de unas maniobras de la OTAN en Francia.

El entusiasmo mostrado por los valencianos sorprendió a los mandos de este colosal navío, con base en Rota, cuyo récord de visitantes en jornadas de puertas abiertas estaba en 7.000 visitantes. El aluvión de público en València, con muchos niños y personas mayores entre los visitantes, desbordó a los organizadores y las quejas de quienes tras horas de espera y atascos no pudieron acceder al barco se repitieron por la falta de organización y previsión.

Los responsables del Consorcio València 2007 valoraron ayer el gran atractivo y el éxito de público del barco de la Armada Española si bien se desmarcaron de los fallos de organización. Apuntaron que la Marina siempre «da facilidades» para la llegada de este tipo de barcos singulares, como en su día ocurrió con el «Rainbow Warrior», el barco de Greenpeace, o con algunas goletas militares. «Son barcos con mucho atractivo, como el «Juan Sebastián Elcano», y es lógico que acuda mucha gente a verlos».

La Autoridad Portuaria de València se desmarcó ayer de los problemas de atascos y colas y derivaron responsabilidades a la Comandancia del Puerto. Lo mismo que el Ayuntamiento de València, al que nadie se dirigió para solicitar apoyo de la policía local para la ordenación del tráfico.

El Juan Carlos I cuenta con 231 metros de eslora y tiene una capacidad de desplazamiento de 27.000 toneladas.