En un mundo cada vez más globalizado, en el cual no para de aumentar la población humana y, como consecuencia, la necesidad de alimentarla correctamente, se da una paradoja que es que se incrementa, considerablemente, la pobreza y con ella, los problemas de malnutrición. Pero, al mismo tiempo, se alcanzó en 2016 el récord de producción de alimentos y suben también los problemas de obesidad y cardiovasculares.

Estas cuestiones quedaron patentes ayer en el debate de alcaldesas y alcaldes que servía como acto principal del III Encuentro Anual y Cumbre de Alcaldes que tiene lugar en el Palacio de Congreso de València hasta hoy.

Allí, alcaldes y representantes de más de 100 ciudades y de 50 países de todo el mundo pusieron sobre la mesa sus diferentes propuestas, debatieron y prometieron más acciones y actuaciones conjuntas. De allí surgió un compromiso; el de tener una sola voz y actuar así como presión y reivindicación ante las políticas estatales e internacionales para que se legisle de forma efectiva en pro de los derechos alimentarios de todos los ciudadanos. Y también el de apostar por los productores locales de pequeño y mediano tamaño y en concienciar más a la gente joven para que consuma de una forma sostenible y saludable.

En el debate, sobresalieron voces y testimonios impactantes como el de la propia moderadora, la senegalesa Bineta Diop (presidenta de Femme Africa Solidarité). Ella se mostró «orgullosa de dar voz a los que no la tienen», sobre todo las mujeres africanas. Y se acordó de una mujer que conoció en un campo de refugiados y que había escapado de la captura por parte de Boko Haram. Ella decía que le preguntó si regresaría con sus captores y esta le respondió: «sí porque allí al menos tenía mi comida asegurada». Este trágico testimonio es un ejemplo de las situaciones límite que se viven en muchos países y regiones del mundo, pero que pasan desapercibidos para muchas otras. Por eso, precisamente, son importantes este tipo de encuentros internacionales donde cada uno expone sus problemas, y también sus soluciones, planes o ideas. «Tenemos mucho que aprender, pero también podéis aprender mucho de lo que se hace en África», decía Diop, antes de dar la palabra al resto de presentes en el debate.

Una de las que tomó la palabra, y levantó más admiración, fue la alcaldesa de Juventud de Copenhague, Pia Allerslev. Ella indicó que en su ciudad el 88 % de la producción proviene de agricultura ecológica y pretenden que ascienda al 90 % en pocos años.

Mejor alimentación escolar

Antes, el vicealcalde de Tegucigalpa, Juan Carlos García, exponía su proyecto de comedores escolares para asegurar una buena nutrición de los niños. Precisamente, gran parte de las intervenciones se centraron en los colegios y en la población infantil. Ellos son el futuro y la concienciación y el cambio de actitudes y costumbres depende de ellos. Así, la alcaldesa del Sur de Delhi, Kamaljeet Sehrawat, planteaba los retos de una ciudad que no para de crecer cada día, recibiendo a muchos inmigrantes, y comentaba que han logrado dar una comida diaria en los colegios. En la misma línea se expresaba el representante de Madagascar, un país con grandes posibilidades agrícolas, pero donde faltan recursos para explotarlas adecuadamente. Él ponía énfasis en la importancia de la educación para no solo comer, sino hacerlo de una forma equilibrada.

Por su parte, el alcalde de Sacramento Cristopher Cabaldon, ponía énfasis en el aprovechamiento de los alimentos, en los huertos urbanos y en cómo plantear los proyectos alimentarios para lograr más fondos estatales.