El vicealcalde de la capital de Honduras, Juan Carlos García Medina, ha intervenido en el debate de alcaldes para contar el caso de Tegucigalpa, una ciudad con gran influencia rural que vuelca sus esfuerzos en la convivencia del campo y la metrópolis.
¿Qué líneas de trabajo ha puesto en marcha la ciudad para la seguridad alimentaria?
Tegucigalpa tiene un proyecto piloto con 16 centros escolares que administramos desde el ayuntamiento en los tres niveles: infantil, preescolar y escolar. En total, 1.600 niños a los que aportamos una alimentación sana a través de las kilocalorías. Con el Pacto de Milán y el Programa Mundial de Alimentos, buscamos hacer políticas para conseguir una alimentación saludable.
¿De qué recursos alimentarios dispone Tegucigalpa?
El área rural de nuestra ciudad está especializada en las hortalizas y resulta de gran importancia para la población. Junto con los agricultores, promovemos iniciativas para darles capacitación junto con el gobierno nacional. Además, contamos con huertos municipales desde los que proveemos a muchos de los colegios con los que trabajamos.
¿De qué forma Tegucigalpa se ha comprometido con el Pacto de Milán?
En el presupuesto municipal ya tenemos una partida dedicada a este pacto y que va íntegramente a la alimentación de dichos centros infantiles.
¿Qué espera de este encuentro y cómo piensa aplicar las experiencias que se han compartido de otras ciudades?
Los problemas son similares en todas las ciudades. Este encuentro nos permite ver que todos los que estamos aquí, estamos implicados en la alimentación, tanto en el área escolar como en la ciudadanía en general. Es importante recabar información y experiencia de otros municipios, y vemos las buenas prácticas que otros aplican. El objetivo es retroalimentarnos para ver qué provecho sacamos para nuestros ciudadanos.
¿Qué destaca de este encuentro?
La hospitalidad de Valencia y un aprendizaje fundamental de la experiencia de otros países.
