El concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, hizo ayer balance de las obras del proyecto de renovación y mejora de los puntos de alumbrado financiadas a través del programa de ayudas para la renovación de las instalaciones de alumbrado exterior. Una actuación que redundará en una mayor eficiencia energética del alumbrado público y una reducción de la factura eléctrica de València, una ciudad que ha sido considerada paradigma de la contaminación lumínica.

Esta intervención municipal, valorada en un total de cuatro millones de euros, que supondrá una reducción del consumo energético con un ahorro económico de aproximadamente 2 millones de euros en la factura de la luz, se reparte en distintos barrios y distritos de la ciudad. En Ciutat Vella, Eixample, Extramurs y Patraix se ha llegado ya al 75 % de la ejecución del proyecto; en los barrios de Jesús, Poblats Marítims y Camins al Grao el porcentaje se sitúa en el 80 %, igual que en Campanar y la Saïdia; en Quatre Carreres el plan está ejecutado al 60 %; igual que en el Pla del Real, Algirós, Benimaclet, Rascanya, Benicalap, Pobles de Nord y Pobles de l'Oest.

Un bosque de farolas

Son especialmente significativos los ejemplos de la avenida del Puerto, con un total de 731 puntos de luz renovados; la avenida de les Corts Valencianes, con 531 unidades ya renovadas; la avenida de Aragón, con 381, o el paseo de la Albereda, con 150 unidades (a las que hay que sumar 51 puntos más correspondientes al puente de las Flores). En total, la Concejalía de Gobierno Interior ha renovado ya 18.160 puntos con tecnologías más eficientes. Concretamente, 15.803 llevan lámpara de halógeno metálico y 2.357 son luminarias de led cálido.

El cambio de luminarias de la ciudad, explicó Campillo, responde al crédito de cuatro millones de euros que nos concedió el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDEA), que cambia aproximadamente el 30 % de los puntos de luz de nuestra ciudad, que son altamente contaminantes, por otros modelos que son menos contaminantes y menos consumidores de energía, y que nos permiten conseguir un ahorro importante de recursos económicos para destinarlos a otras necesidades.

Además, «de esta manera luchamos contra el excesivo consumo energético y, así de paso, luchamos contra el cambio climático», destacó el concejal de Gobierno interior.