Los vendedores del Mercado Central valoraron ayer la licitación de las obras de adaptación del aparcamiento de Brujas por 4,5 millones de euros con la previsión de inaugurarlo a finales de 2018. Los vendedores llevan años reclamando la puesta en marcha de esta inacabada infraestructura y abogan por la gestión directa en vez de por una concesión a una empresa. El presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Francisco Dasí, aseguró que para la gestión de la zona logística, para carga y descarga y reparto con bicicletas eléctricas prevista en la primera planta del parking, la mejor fórmula de gestión es la municipal.

Los vendedores confían en poder firmar un convenio con el ayuntamiento para el uso de esta planta, al tiempo que reivindican que las plazas de rotación, que faciliten la llegada de clientes al mercado, sea de entre el 75/80%. Según Dasí poner más de un 20% de plazas de aparcamiento para residentes supondría una merma de rentabilidad considerable de este aparcamiento.

El alcalde, Joan Ribó, no concretó el pasado lunes cual será el modelo de gestión (directa o indirecta) del aparcamiento de la plaza de Brujas, en el corazón del centro histórico, si bien la rentabilidad que ha supuesto para el ayuntamiento el rescate de la gestión del aparcamiento de la plaza de la Reina, con más de dos millones de euros de ingresos al año, inclinarían la balanza hacia la gestión municipal. Los vendedores del mercado prefieren la gestión directa del aparcamiento y no descartan que si finalmente el ayuntamiento decide explotarlo como concesión, optar a la gestión.

Entre los proyectos de futuro de los vendedores, tras la puesta en marcha del aparcamiento de la plaza de Brujas se contempla la de liberar del uso para carga y descarga del actual sótano del Mercado Central, un singular espacio abovedado que podría reconvertirse en zona de restauración y eventos para complementar la actividad del mercado. "Sería un espacio único en el centro histórico", remacha Dasí.

Otro de los aspectos que preocupa a los vendedores es la rampa de entrada al aparcamiento en la calle Manuel Aguilar que será "incómoda" por estrecha. El ayuntamiento ha renunciado, en aras de agilizar la puesta en servicio del aparcamiento, a iniciar un proceso para expropiar el edificio ruinoso y fuera de ordenación ubicado en el número 8 de esta calle que impedirá hacer una rampa de dos carriles, como estaba previsto en el proyecto inicial."No será una rampa en condiciones pero ahora no vamos a poner pegas", afirmó Dasí.