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Áreas

El Plan General reordena la ciudad para equilibrar las dotaciones y usar menos el coche

El ayuntamiento crea 23 áreas funcionales para fomentar la descentralización y favorecer la movilidad peatonal en el «cap i casal»

El nuevo urbanismo del Govern de la Nau basado en optimizar la ciudad consolidada sin consumir más huerta olvida la división tradicional y administrativa en 19 distritos y crea una nueva forma de organizar los barrios que ahora quedan agrupados en 23 áreas funcionales o «de influencia de las dotaciones públicas». El objetivo es ajustar la ciudad a la escala del peatón, minimizando los desplazamientos en coche, y redefinir las fronteras para ajustarlas a las realidad física, muchas veces marcada por las barreras que suponen las grandes avenidas y las rondas. Las nuevas áreas funcionales o de influencia persigue igualmente reajustar las dotaciones y fomentar las descentralización.

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Vicent Sarrià, ha dejado la revisión pormenorizada, «barrio a barrio», del plan general en manos de un equipo de arquitectos coordinado por Josep Vicent Gregori, que ayer avanzó los resultados del estudio sobre calidad urbana. El estudio hace una radiografía de los distritos analizando si se cumplen o no los umbrales recomendados por la Unión Europea sobre equipamientos públicos, vivienda, zonas verdes, espacio público, movilidad, suelo y patrimonio.

La Junta de Gobierno Local aprobará el próximo viernes el citado documento, elaborado paralelamente a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), con el objetivo de «mejorar la calidad urbana de los barrios y adaptar la nueva planificación urbanística a las necesidades actuales de las personas». La situación actual no es la de los años 80, cuando se aprobó el actual PGOU.

El documento contempla directrices «para solventar aspectos del planeamiento urbanístico mal resueltos e implantar un nuevo modelo de ciudad que, a partir del diseño urbano, ofrezca soluciones sostenibles». En este sentido está previsto revisar las dotaciones programadas y la forma de obtener el suelo para evitar la sangría de las expropiaciones.

La voluntad del ejecutivo local, dijo ayer Sarrià, es «adaptar el urbanismo a las personas y de dar soluciones sostenibles para la ciudad consolidada». «En ese marco era imprescindible realizar un estudio pormenorizado de la ciudad para poder calibrar en qué medida se han cumplido las previsiones del PGOU del año 88 y si estas satisfacían las necesidades de la sociedad actual». El documento pasará por un proceso de participación pública previo a la elaboración de cada uno de los planes pormenorizados de cada uno de los barrios de la ciudad.

Josep Vicent Gregori explicó que se han delimitado 23 áreas funcionales en el núcleo de la ciudad, a la que se suman las de los poblados y la que conforma por sí sólo El Perellonet. Estas áreas se han obtenido de la superposición del desarrollo histórico y evolución urbana de la ciudad, el soporte físico con las barreras propias del urbanismo y la división administrativa existente. Entendemos que la delimitación administrativa por barrios, distritos y juntas de distritos no se ajusta al funcionamiento real de la ciudad ya que el crecimiento de Valencia ha ido incorporando en su núcleo urbano los barrios sobre la base de una trama de infraestructuras que en el momento de esta delimitación administrativa no estaba implantada pues el plan general es posterior, explican los responsables de la revisión del PGOU.

Una vez delimitadas estas áreas se ha establecido una metodología para la medición de la calidad urbana de la ciudad a partir de un sistema de indicadores que permitirá ajustar las decisiones del planeamiento a las necesidades de los ciudadanos expresadas también a través de la participación.

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