Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Restauración

Del ostracismo al gran público

La restauración del arco de la calle Barchilla se pagará con las entradas de la catedral

Del ostracismo al gran público

El casco antiguo de València esconde secretos que pasan ajenos a los ojos de los viandantes. La calle de la Barchilla rodea por la derecha la catedral y recibe este nombre por una losa de piedra fijada en la pared del Palacio del Arzobispado con el dibujo grabado de una «barchilla», una caja de madera utilizada en la época medieval como sistema métrico para el comercio de cereales. Los agricultores comprobaban la carga que portaban en este punto de la calle, de camino a la Plaza del Almudín, el principal lugar de almacenaje de trigo en esa época.

Por encima del grabado cruza un pequeño arco del siglo XVIII que conecta la Catedral de València con el Arzobispado. Este puente ha sido históricamente utilizado para que el máximo representante de la Iglesia en la ciudad tuviera un acceso directo a la catedral donde oficiar las misas. Dos siglos después, el puente será restaurado y se abrirá al público, que podrá acceder desde el interior del Museo de la Catedral.

«El arco es una construcción única en Ciutat Vella, está muy bien proyectado pero muy desmejorado después de tanto tiempo», afirma Salvador Vila, arquitecto conservador de la Catedral desde hace más de 12 años.

Se trata de un proyecto importante porque desde que el puente fue construido nunca ha sido restaurado, aunque sí que se ha incluido a lo largo de los años elementos estéticos que han cambiado su apariencia.

El quipo encargado de esta tarea está formado por cuatro restauradores, un aparejador y el propio Vila como arquitecto.

Las tareas comenzarán la próxima semana y el primer trabajo será la observación meticulosa del estado actual de la construcción. Se analizarán los materiales que se emplearon en el siglo XVIII así como los elementos pictóricos que aparecen en la estructura. Todo ello con la intención de restaurarlos y conservarlos adecuadamente. Después, «se eliminarán los elementos dañados y se limpiará cada zona para encontrar la construcción original».

Vila lleva años reivindicando la necesidad de rehabilitar esta arquitectura única. «Desde hace un tiempo, hay piezas que caen debido al viento y la lluvia», afirma. El proyecto de restauración se presentó hace más de un año y la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat dio luz verde para pasar a la acción.

La financiación proviene de la recaudación de las entradas para visitar la Catedral, gestionados por el Cabildo Catedralicio.

Compartir el artículo

stats