El día de Todos los Santos, Nacho, Álvaro y Juan -vecinos de Bétera y Alboraia- decidieron aprovechar el buen tiempo de la jornada festiva para salir a pescar. Aunque ellos mismos reconocen que "todo empezó como un día más", no podían imaginar cuando prepararon "como siempre" los "bocadillos, refrescos y las diferentes cañas" que iban a realizar una captura muy sorprendente en la costa valenciana.

Estos tres jóvenes valencianos son auténticos aficionados a la práctica de este deporte en sus ratos libres. Ayer escogieron la zona de la Roca del Grao, cercana a la bocana del puerto y la Malva-rosa, que cuenta con fondos rocosos de entre 35 y 60 metros de profundidad y es "muy conocida entre los pescadores"

Como el día y el mar eran "muy buenos", decidieron utilizar la técnica de ´jigging´ -la última moda en la pesca deportiva- que emplea como señuelo un pez artificial muy pesado que se deja caer al fondo para darle un movimiento rápido de subida con fuertes tirones. Los depredadores creen que se trata de un pez herido y atacan.

A bordo de la embarcación Torrent de unos siete metros de eslora, disfrutaron de una "jornada de afición, compañerismo y disfrute de la naturaleza" en la que picaron varios ´verderols´ y un ´dentón´. Pero "los ejemplares de poca talla son devueltos con vida al agua" ya que estos jóvenes practican "captura y suelta".

En uno de los lances llegó la sorpresa. "Era como si el mismísimo Neptuno hubiese cogido el señuelo", reconocen divertidos. "La caña empezó a doblarse y a ofrecer combate" despertando el nerviosismo y la expectación de los tripulantes.

Para sorpresa de los jóvenes, habían capturado un mero de 35 kilos. Admiten que "se trata de una captura que, desgraciadamente, no es nada habitual en València debido a la presión pesquera". Lo común es que estos ejemplares se encuentren sólo en reservas marinas.

"Sólo los pescadores más viejos recuerdan capturas de estas características" sostienen. A su llegada al puerto, y dada la excepcional captura, los jóvenes despertaron la curiosidad de los pescadores de la zona que les dieron su enhorabuena.

Al tratarse del día de Todos los Santos, Nacho dedica esta captura a la memoria de su abuelo Ramiro de Bétera, gran pescador que le transmitió esta bonita pasión.