Los alrededores del cementerio se habían convertido, de un tiempo a esta parte, en un lugar habitual de concentración de coches tuneados cuyos dueños, además de exhibirse allí, llevaban a cabo todo tipo de carreras ilegales. Esta actuación llamó la atención de la Policía Local, más aún después de que uno de estos vehículos provocara un accidente hace unas semanas.

Como consecuencia, en la madrugada del viernes al sábado, unas diez dotaciones de la Policía Local llevaron a cabo una intensa redada en la zona tras la cual, como informaban a Levante-EMV fuentes del cuerpo de seguridad, se identificó a 33 personas, se controlaron 25 vehículos y se impusieron denuncias a seis de los participantes en esta concentración y en estas peligrosas carreras ilegales. Según informaba el atestado, seis de las denuncias fueron por no haber pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), dos por hacer caso omiso a la señal vertical de prohibición, una por reformas de importancia y no homologadas en el vehículo, otra por no presentar el permiso de conducir, otra más por conducción negligente. Así como una última por no poseer el permiso de conducir. La Policía acabó la actuación una vez desalojados los vehículos, que llegaron a ser unos 100.