«Hemos conseguido el doble objetivo que nos habíamos propuesto, por una parte el comercial, y por otra el de difusión de la náutica», aseguró Fernando Jiménez, director del salón y presidente de la Unión de Empresas Náuticas (UEN), asociación responsable de la organización junto con La Marina de València.

Entre las embarcaciones que más interés suscitaron, estaban los veleros de entre 12 y 15 metros de eslora como el Beneteau Oceanis 45 o el Hanse 418, embarcaciones a motor de entre 6 y 10 metros eslora como como las Allegra 21, SeaLine 330, Monterrey 278, Nimbus 305, Merry Fisher de Jeanneau, Touron, Cap Ferret o los dos modelos de Rodman, así como la innovadora Nuva MS6 y el Tarsis 29, que se presentaba por vez primera en España. Entre los barcos de alta gama, las unidades más visitadas fueron el catamarán Bali 4.3, la novedosa Pardo 43, la italiana Cranchi 52, la galardonada Sunseeker Manhattan 52, el Beneteau Sense 51.1, el Hanse 548, el Dufour 520 y el Bavaria Cruiser 51.

Y es que más de 250 representantes de empresas náuticas estuvieron presente estos días en el salón valenciano. Así, los visitantes pudieron encontrar en el certamen embarcaciones a vela y a motor, neumáticas y semirrígidas, que iban desde los 2,3 a los cerca de 20 metros de eslora y con precios de entre 250 y 2.400.000 euros. Una amplia variedad para diferentes formas de vivir el mar.

También empresas como Surfski School Valencia ofrecieron la oportunidad de probar esta modalidad deportiva por cuotas asequibles a partir de 20 euros, mientras que el Real Club Náutico de Valencia ofertó la posibilidad de pertenecer a este club deportivo y social especializado en deportes náuticos con una cuota familiar de 90 euros al mes.

El perfil del visitante del salón durante las jornadas profesionales fue el del usuario de la náutica, conocedor de la oferta expositiva e interesado en la compra. El salón náutico valenciano se confirmó así como un salón de decisión y compra con un perfil adaptado a los intereses de las empresas expositoras.