El alcalde Joan Ribó presentó ayer las líneas maestras del presupuesto municipal de 2018 al Consejo Económico y Social de la Ciudad, un órgano de participación formado por distintas entidades, desde los consumidores, vecinos y sindicatos hasta la Autoridad Portuaria de Valencia, las universidades o la Feria València. Las líneas maestras del tercer presupuesto del Govern de la Nau avanzadas ayer por el alcalde dejan ver la recuperación del presupuesto, que el año próximo se situará en 811 millones de euros, 25 más que en 2017, volviendo a las cifras anteriores a la crisis, y el aumento de las inversiones, que el año próximo rondarán los 89 millones de euros, un 16% más que este año. Las inversiones, criticadas por la oposición por el bajo nivel de ejecución, se destinarán a infraestructuras urbanas, renovación del patrimonio histórico, mercados, instalaciones deportivas, rehabilitación de viviendas, nuevos jardines y al desarrollo de la Edusi del Cabanyal. Entre las inversiones destacadas está la remodelación de la plaza de la Reina, a la que se asigna un millón de euros, 1,5 millones de euros para rehabilitación de viviendas en el Cabanyal y la remodelación de la nave de Demetrio Ribes del Parque Central para convertirla en un polideportivo.

El Govern de la Nau sacó pecho ayer de la congelación de impuestos y de la reducción de la deuda (situada casi en 700 millones de euros cuando llegaron al ayuntamiento) y la mejora de la gestión tributaria que con la revisión de los impagados de los impuestos de actividades económicas, el de obras y construcciones (ICIO) y el convenio para el cobro de multas a infractores residentes en otros municipios supondrá una inyección de 7,9 millones de euros. La deuda del «cap i casal» se ha reducido, tras años de priorizar el pago de los créditos a las inversiones, hasta 511 millones de euros.

El gobierno tripartito (Compromís, PSPV y València en Comú) volverá a aumentar el gasto en personal, incrementándose un 8% (20 millones de euros más) en relación al ejercicio en curso. Uno de los objetivos del actual gobierno municipal es renovar la plantilla del ayuntamiento y dotar de funcionarios servicios deficitarios como contratación, inspección o licencias de obras, que le están valiendo críticas crecientes al Govern de la Nau. El alcalde se refirió a los problemas en el servicio de licencias de obras y aseguró que obedecen a la falta de personal para hacer frente a situaciones de repunte de las licencias de obras.

El aumento por segundo año consecutivo del presupuesto de personal se destinará a contratar nuevo personal para los servicios deficitarios y para remunicipalizar servicios, en concreto, tres escuelas municipales y el centro de animales, así como para implantar la carrera profesional.

Además del gasto en personal el ayuntamiento reforzará el año próximo los servicios de bienestar social, para dar cobertura a los expedientes de dependencia, y la movilidad sostenible, así como la limpieza y la cultura. El gasto corriente en estos servicios aumentará en 7,3 millones de euros.

El portavoz del PP, Eusebio Monzó, criticó el bajo nivel de ejecución de las inversiones previstas para este año, con solo el 38% ejecutado, y apuntó que "sin inversión, sin licencias [en alusión al atasco del servicio de licencias de obras] y sin una gestión eficaz de los servicios Joan Ribó volverá a fracasar".

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, en línea con el PP criticó el pobre nivel de ejecución del presupuesto y afirmó que hay inversiones que se repiten una y otra vez como "el día de la Marmota" y no se ejecutan.

El alcalde destacó que el ayuntamiento de València fue el año pasado el primer gran ayuntamiento en presentar su presupuesto, y que este año también lo ha sido. Consumidores y vecinos valoraron ayer que se presenten los presupuestos al consejo, algo que no se hacía antes de la llegada del Govern de la Nau, si bien solicitaron que la documentación se remita antes para poder analizarla con mas detalle.