La ciudad de València acogió entre 2008 y 2012 el Gran Premio de Europa, un circuito urbano que acabó costando millones de euros a las arcas públicas de la Generalitat Valenciana. El nuevo gobierno decidió liberar los terrenos portuarios ocupados por el circuito y en septiembre salieron a subasta todos los enseres de los boxes de la F-1, que ocuparon los tinglados 4 y 5 del puerto. Mes y medio después, la subasta ya se encuentra casi al 50%.
Entre los "restos" de la F1 en venta se incluyen 60 puertas de garaje, falsos techos, el parqué que en su día revistió las salas para los invitados VIP de las carreras, los aparatos de aire acondicionado, focos, cuadros de luces, el cobre y hasta los inodoros de los millonarios boxes de las carreras, que costaron 14 millones de euros a las arcas públicas.
La empresa responsable de la venta está a punto de terminar la subasta del Tinglado 4, prácticamente desmantelado. El derribo de la estructura efímera de los boxes ha dejado ya a la vista el esqueleto de este antiguo almacén portuario de estilo modernista, que goza de protección patrimonial.
Una vez desmontado, la Conselleria de Obras Públicas devolverá el edificio al Ayuntamiento de València, que a su vez lo cederá al Consorcio València 2007 para su gestión dentro del plan de usos de la Marina de València.
La venta de los materiales está funcionando «mejor de lo que esperábamos», apuntaron ayer fuentes de Surus Inversa, la empresa de subastas on-line que la adjudicataria de la demolición de los boxes subcontrató para la enajenación de los materiales.
Lo que mejor se ha vendido es el cobre, un material muy cotizado. Las puertas de garaje de los boxes también se han vendido bien. Entre los dos boxes hay un total de 60 puertas de las que ya se han vendido 24. Valoradas nuevas en 4.000 euros, se venden ahora por 600, todo un chollo, que está atrayendo a particulares y empresas de toda España, desde Córdoba hasta Toledo.
La empresa de subasta on-line- que ya vendió el 90% de las instalaciones del equipo Luna Rossa- valora la acogida que están teniendo los materiales de desecho de la F1 y recalcan que el objetivo es aprovechar unos materiales que «estaban casi nuevos y en muy buen estado» para abaratar las obras de desmontaje del tinglado.
La Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE) adjudicó el pasado mes de julio el contrato de desmantelamiento de los tinglados, cerrados y sin uso desde que en 2012 se dio por finiquitada la celebración del gran premio de Fórmula 1 en València, a Lezema
Demoliciones
El presupuesto base del desmontaje fue de 973.000 euros y 1 millón de euros para la enajenación, y la adjudicación se produjo el pasado 26 de julio. Las obras arrancaron en septiembre y tienen un plazo de ejecución de cuatro meses.
Los activos y enseres a subastar están agrupados en lotes y con su venta, la Generalitat minimiza la inversión de las obras de desmontaje, que se reducen a un importe de 26.000 euros tras compensar el 97 % del coste de las obras de desmantelamiento con la revalorización de los elementos de la instalación interior de los tinglados.
