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Proyectos

Las inversiones se ciñen a proyectos ya elaborados para asegurar su ejecución

El bajo nivel de gasto de este año aconseja al Govern de la Nau a cambiar su estrategia presupuestaria

Las inversiones se ciñen a proyectos ya elaborados para asegurar su ejecución

El Govern de la Nau se ha propuesto ir a asegurar en los presupuestos de 2018. Quiere que las inversiones previstas para el año que viene salgan adelante, que no se queden sin hacer como está ocurriendo este año, en el que la ejecución presupuestaria, a 30 de septiembre, se ha situado entre el 30 y el 40 por ciento. Para ello se ha preocupado de incluir en las cuentas del año que viene básicamente aquellos proyectos cuya redacción y elaboración está ya muy avanzada, lo que facilita su tramitación y puesta en marcha. Muchos de esos proyectos, además, están incluidos en el Plan Confianza, que expira el 30 de junio de 2019, fechas coincidentes también con las elecciones municipales.

En las decenas de proyectos a los que dan cobertura los 70 millones de inversión del año 2018 están prácticamente todos los conocidos y ampliamente anunciados en los tres años de legislatura del Govern de la Nau e incluso en la anterior legislatura. Está, por ejemplo, la remodelación de la Plaza de la Reina, cuyas obras podrían empezar el próximo mes de abril; la Aceitera de Marxalenes, que albergará el demandado centro de mayores; las cuatro naves de Ribes, que forman parte del Parque Central; la urbanización del Monasterio de San Vicente de la Roqueta; y varios campos deportivos que no precisan de una compleja tramitación.

Y luego, hay que sumar otro grupo de inversiones que están incluidas mayoritariamente en el Plan Confianza de la Generalitat Valenciana, que se ha prorrogado en varias ocasiones y que tiene como fecha límite de finalización el 30 de junio de 2019.

En este grupo está la Muralla Islámica, que es un proyecto pendiente desde hace varios años, la Casa del Relojero, una obra necesaria para adecentar el entorno del Micalet; el aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas, desbloqueado por el actual equipo de Gobierno mediante a compra de la estructura a la Generalitat Valenciana; el Mercado del Grao, cuya rehabilitación está pendiente desde la anterior legislatura; o la compra del edificio del Centro Excursionista, anunciada hace más de un año.

También hay al menos dos proyectos señeros para el Cabanyal, como son la Casa dels Bous, que albergará el Museo del Mar; y l´Escorxador, el antiguo matadero que ahora será un centro ciudadano.

Todos estos proyectos ya están diseñados, elaborados o muy avanzados, lo que significa que su tramitación será rápida y podrán ser ejecutados o al menos empezados dentro del año 2018. Eso significa que la ejecución del presupuesto será más elevada que este año y que los principales iconos de la gestión municipal estarán terminados o en marcha para las elecciones de 2019.

Y es que en lo que va de año, el nivel de ejecución del presupuesto puede considerarse bajo. Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, a 30 de septiembre había ocho delegaciones que no habían gastado nada de lo presupuestado. Cuatro son del Grupo Compromís, una del Grupo Socialista y cuatro de València en Comú.

Ejecución por partidos

Si atendemos a la ejecución por cada uno de los socios de Gobierno, los datos indican que el Grupo Socialista es el más eficaz en la gestión, pues es el que más presupuesto maneja (95,7 millones) y su nivel de ejecución es del 40,8%.

Por lo que se refiere a Compromís, su asignación global es de 49,5 millones y el porcentaje ejecutado es del 19,8%. Y de los 9 millones que tiene asignados València en Comú, el nivel de gasto es de un 1%.

Estas inversiones, no obstante, pueden ejecutarse en años próximos, ya que muchas de ellas pueden declararse plurianuales.

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