El ayuntamiento de València derribará el edifico que se hundió el pasado 20 de octubre en la avenida del Puerto si el propietario no se manifiesta para derruirlo o reformarlo.

El inmueble, situado en el número 78 de la avenida, cedió desde la segunda planta y los escombros fueron cayendo hasta la planta baja, donde una mujer regenta un bar. En el momento del derrumbamiento, un hombre de 82 años que se encontraba tomando café resultó herido tras sufrir ligeros traumatismos y golpes en la cabeza.

Ante estos hechos, el ayuntamiento ordenó el desalojo inminente de la finca por el riesgo que suponía para los vecinos y encargó una revisión general de la finca. Tras realizar diversas inspecciones, los técnicos consideraron que el inmueble se encontraba bajo amenaza de ruina inminente.

Tras el derrumbamiento, de unos 25 metros cuadrados, han quedado a la vista las vigas de madera que mantienen en equilibrio el edificio. Los técnicos declararon que se encuentran en estado de degradación por el ataque de xilófagos, insectos que se alimentan de la madera. Así mismo, los viandantes pueden observar las múltiples humedades que afectan al edificio y que provocan la caída de revestimientos.

La principal causa de la degradación del inmueble son las numerosas reformas que ha sufrido en los últimos años, con materiales de escasa calidad y sin criterios técnicos ni buenas prácticas constructivas.

El ayuntamiento ya ha comunicado al propietario que dispone de un máximo de 72 horas para derribar el edificio o presentar un plan de reforma que garantice la seguridad y estabilidad del inmueble. En caso de que no se obtenga respuesta, será el propio Ayuntamiento el que lo derribe.

Por otro lado, si el consistorio lo considerase oportuno, podrá interponer una denuncia contra el propietario -si este no se manifiesta- por cometer un delito de riesgo contra la ciudadanía.