La correcta circulación y movilidad en una gran ciudad como València depende de muchos elementos. Y uno de ellos, y que está entre los más fundamentales, es el respeto mutuo y el civismo. De este modo, para tratar de determinar en qué nivel están los vecinos de València en esta cuestión, la Concejalía de Movilidad Sostenible está elaborando un diagnóstico de la situación para elaborar el Plan de Seguridad Viaria de la ciudad. Aunque el estudio finalizará en diciembre, ya se han obtenido resultados relevantes y, también, algo preocupantes.

De este modo, el exceso de velocidad en la ciudad, la sensación de impunidad y también la falta de percepción de peligro son algunos de los puntos clave.

«El diagnóstico indica que hay una percepción mayoritaria de falta de civismo entre las diversas personas usuarias del espacio público, vinculada en parte a una falta de cultura del respeto hacia las personas usuarias no motorizadas», destaca el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, quien subraya la realización de un taller participativo y el hecho de que las entidades sociales, vecinales y empresariales estén invitadas a participar en todo el proceso de elaboración de este ambicioso plan.

La consultora encargada de hacer el estudio también señala como puntos clave del diagnóstico de situación la «sensación de impunidad y la falta de percepción del peligro que hace que las personas usuarias motorizadas asuman riesgos innecesarios» durante sus desplazamientos.

Además, se concluye que los vehículos motorizados circulan con velocidades elevadas y que hay una conducción temeraria por parte de los motoristas. También se indica que las personas que conducen hacen un uso cada vez mayor de los teléfonos móviles durante la conducción y que hay distracciones de peatones motivadas por el uso de auriculares y también de los dispositivos móviles. Por último, se señala la práctica de estacionar en lugares no habilitados.

Faltan estadísticas

El diagnóstico también aborda la recogida y tratamiento de datos sobre siniestralidad, donde se destaca que cada año se registran en València más de 10.000 accidentes y delitos, lo que supone una media de 27 informes diarios registrados exclusivamente por la Unidad de Atestados de la Policía Local. Además, se especifica que no hay una identificación actual de los puntos de concentración de la accidentalidad con herramientas estadísticas y no se analiza la relación entre la accidentalidad y las intensidades de tráfico.

En cuanto a las infraestructuras, se concluye que hay itinerarios en mal estado, carriles bici inconexos e incoherentes, demasiados obstáculos en la vía, falta de visibilidad en intersecciones donde confluyen carriles de circulación y carriles bici, y defectos en el pavimento que afectan sobre todo a los motoristas.