Los temores ante una nueva quema de la paja de arroz y la contaminación del aire se disiparon ayer tras amanecer València totalmente despejada de humo.

Y es que la combustión de masa vegetal que se efectuó en los términos de Sollana y Sueca y que también afectaba a zonas como Les Palmeres, el Mareny o El Perelló dejaron el transcurso del viernes con una extensa nube de restos de partículas contaminantes.

Según fuentes de la Presidencia de la Generalitat, el humo fue tan extenso porque, en un principio, estaba previsto que la quema se hiciese en dos jornadas: entre el viernes y el día de ayer.

Sin embargo, la Conselleria de Medio Ambiente decidió concentrar la quema únicamente en el viernes, tras concluir que las condiciones climatológicas dadas en el día de ayer no eran las adecuadas para ello, debido a las grandes corrientes de aire.

Asimismo, como contó ayer Levante-EMV, los arroceros ya anunciaron que, conforme se retrasan las quemas existe un aumento de posibilidades de que la paja del arroz se moje más por el rocío de la mañana y, por tanto, se genere más humo por las combustiones, siempre controladas.

Así, en el día de ayer, patrullas de la Policía Autonómica se dedicaron a vigilar los campos de arroz de las inmediaciones, con el fin de evitar la confusión con el calendario oficial de la combustión vegetal y evitar, así, que se produzca una segunda tanda de quema de paja de arroz.