La Asociación de Vendedores del Mercado Central de València presentará alegaciones a la Ordenanza Municipal Reguladora de los Mercados de Distrito, aprobada en el pleno del pasado 16 de noviembre. Los treinta días destinados a la « información pública y audiencia a los interesados» supone la cuenta atrás para la aprobación y aplicación de la nueva normativa, que regulará la actividad de los mercados de la ciudad.

Los vendedores del Mercado Central explicaron ayer que es «necesario» que las asociaciones de comerciantes «tengan competencia para poder establecer normas que regulen el acceso de grupos a los respectivos mercados municipales», en referencia a la polémica reivindicación de limitar la entrada de turistas y visitantes.

Además, la asociación pedirá que se «garantice» el relevo generacional y la continuidad empresarial en los comercios.

En el comunicado también se pide que las personas que accedan a los recintos cumplan «con unas mínimas normas de decoro» mientras están en estos espacios.

La nueva ordenanza fue diseñada con la consulta de todas las asociaciones de vendedores de los mercados valencianos, a través de diferentes reuniones durante el año 2016.

A lo largo de esos encuentros, los comerciantes pudieron exponer las necesidades e inquietudes que querían que estuvieran recogidas en la nueva normativa.

Los treinta días de plazo para que las asociaciones expongan sus reclamaciones y sugerencias se abrirá una vez la ordenanza se haya publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia.

Hasta entonces, la Asociación de Vendedores del Mercado Central ha abierto también un plazo interno para que cada vendedor pueda presentar las alegaciones que considere oportuno a través de esta asociación.

Alegaciones conjuntas

Según informan, esas alegaciones serán tramitadas por un asesor jurídico para que las evalúe, y se presentarán todas las que tengan el visto bueno. El objetivo es dar visibilidad a la asociación en el proceso, y las alegaciones que no tengan cabida para presentarlas desde la organización, podrán hacerlo los vendedores individualmente.

La nueva ordenanza de Mercados aprobada por el último pleno municipal también estableció normas para los comerciantes que afectan directamente a la tradicional forma de comercio de estos lugares.

Así, se prohíbe dar voces o gritar para anunciar los precios o promocionar productos, sentarse fuera de los puestos o repartir publicidad de las paradas fuera del mercado. Además, se ha de tratar a los clientes «con amabilidad y deferencia».

De no cumplir estas normas, los comerciantes se exponen a cometer faltas leves, graves y muy graves que se penalizarán con el cierre temporal de la parada, que puede oscilar entre una semana y un año, además de multas económicas entre 200 y 300 euros.