Un ambulatorio con capacidad para 6.000 cartillas sanitarias que acoge 32.000. Una situación de completa saturación en unas condiciones obsoletas.

Así es el día a día de los vecinos de Malilla por la falta de un nuevo centro de salud que ofrezca una solución a los problemas de un ambulatorio que no da abasto.

El problema al que se enfrenta Malilla se alarga desde hace muchos años. El anterior equipo de gobierno lo situó en la avenida Ausiás March. No obstante, desde el tripartito se decidió cambiar su ubicación, con el visto bueno de la Asocación de Vecinos, a la calle Bernat Descoll para mejorar la accesibilidad a todos los vecinos del barrio. Sin embargo, la propiedad del suelo está poniendo más dificultades de las previstas para llevar a cabo el proyecto.

Desde Urbanismo se modificó el PGOU para que la parcela de Bernat Descoll, que figuraba como zona verde, pasara a ser de servicio público para poder levantar el centro de salud.

Sin embargo, como afirma el presidente de la Asociación de Vecinos, Alfonso Cortés, se sienten «engañados ante los reiterados incumplimientos en los plazos», por lo que no les queda otra que «salir a la calle para mostrar el descontento vecinal».

Desde la Federación de Vecinos, que ha respaldado la manifestación, se exige a los políticos «más agilidad en las gestiones, sobre todo cuando depende de ellas un servicio básico como un centro de salud».

El Ayuntamiento de València, no obstante, ha manifestado que en enero la cesión de la parcela a Sanidad «será una realidad», por lo que en 2018 se licitará el proyecto de construcción.

Así mismo, ha reconocido que el centro de salud se ha demorado más de lo previsto porque «la parcela que pretende ceder no es totalmente municipal» y entiende las demandas de los vecinos «tras muchos años de abandono del barrio por parte del gobierno anterior».

Desde la oposición, el PP considera la situación como «inaceptable» y por eso «estará al lado de los vecinos en la manifestación».