Una pancarta con el lema «Basta ya de mentiras» encabezó ayer la protesta de los vecinos de Malilla para reclamar un compromiso firme del Ayuntamiento de València y la Generalitat para construir el nuevo centro de salud del barrio, que ha de servir para aliviar la saturación que vive el actual centro médico, que atiende a 32.000 personas, pese a tener capacidad para atender 6.000 cartillas sanitarias. Unas 500 personas, según la Asociación de Vecinos de Malilla se concentraron y recorrieron el barrio para mostrar su indignación «ante los engaños reiterados e incumplimiento de los plazos» de la administración, según explicó el presidente de la entidad, Alfonso Cortés. Hicieron un conato de cortar la Pista de Silla, pero la Policía Local lo impidió.

Ante la manifestación convocada, por la mañana el alcalde Joan Ribó volvió a mostrar su compromiso con los vecinos. El retraso se produce al tramitar el cambio de la ubicación inicial prevista para el centro de salud, que no reunía según los vecinos las características de proximidad que demandaban, por lo que el gobierno municipal planteó una modificación del PGOU de manera que el nuevo centro se construyera en una parcela solicitada por al AVV Malilla.

Ribó dijo que, pese a que el Ayuntamiento no es el responsable de la ejecución de la obra, sí ha tenido la voluntad de ceder el terreno. «Un cambio de ubicación implica cambiar solares y un cierto retardo. Pero el asunto se resolverá antes de finales de año y se pondrá en marcha lo más pronto posible», afirmó. El Ayuntamiento ha trabajado durante estos meses para ceder una parcela adecuada a la Generalitat, y se prevé que la cesión sea una realidad el próximo mes de enero, de manera que en 2018 se pueda licitar el proyecto de construcción.