Un subteniente de la Guardia Civil ya jubilado fue arrollado ayer por la mañana por una motocicleta cuando cruzaba la avenida Blasco Ibáñez de València por una zona sin semáforo ni paso de peatones. Se trata del decimotercer muerto en esas circunstancias en lo que va de año, tres más de los que se registraron en todo 2016, por lo que la Policía Local prepara una nueva campaña de concienciación ciudadana.

El anciano, identificado como Justo Díaz Fernández, de 87 años de edad, se encontraba en las proximidades de su domicilio. Al parecer, había salido a dar un paseo, pero encontró la muerte en uno de los puntos más peligrosos de la ciudad para los peatones y que más muertos de tráfico registra en los últimos años.

A la rápida circulación de los vehículos en dicha vía se sumó también el hecho de que el octogenario optara por cruzar al otro lado de la calle unos metros alejado del paso de peatones, regulado por semáforo, que hay cerca del cruce con la calle Clariano.

El motorista que lo atropelló de forma accidental, un joven de 28 años, resultó a su vez herido grave y tuvo que ser trasladado al Hospital Clínico de València con varios traumatismos y una conmoción. Al cierre de esta edición permanecía ingresado y su estado era reservado, según fuentes sanitarias.

El atropello se produjo sobre las 11.15 horas de ayer en el cruce de la avenida Blasco Ibáñez con la calle Clariano. La motocicleta conducida por un joven de 28 años, que circulaba sentido Viveros, al parecer no pudo esquivar a tiempo al peatón. Varios testigos apuntaron que el hombre había cruzado por una zona peligrosa, ya que en ese tramo los coches pasan a gran velocidad y no hay paso de peatones. «Es un peligro, por ahí no cruzo ni yo que estoy más ágil», apuntó un viandante de la zona.

Hasta el lugar acudieron también agentes del grupo de Atestados, encargados de investigar las circunstancias del atropello. Aunque todo apunta a que el peatón cruzó por donde no debía, la policía investiga la velocidad a la que circulaba la moto.

Trágica estadística

Con el de ayer, ya son 13 los peatones muertos en lo que va de año, tres más que en todo el ejercicio 2016 y dos menos que en 2015. Y las circunstancias de los accidentes han cambiado. Si antes era frecuente el exceso de velocidad, conducir bebido o saltarse semáforos, ahora dominan las imprudencias de los peatones.

De hecho, de los 13 fallecidos, 12 caminaban por donde no debían y 8 eran personas mayores, como el subteniente fallecido ayer. Así pues, la Policía Local ha convocado una reunión el próximo lunes para analizar la situación y preparar alguna campaña que prevenga estas conductas.