Las reacciones a las palabras de Joan Ribó sobre la «contaminación» generada por la paja del arroz llevan camino de extenderse incluso más que el humo de esas quemas. De este modo, si el viernes era la Unió de Llauradors quien decía que "hace una semana que no se quema la paja" y por tanto "es complicado atribuirle la culpa de la «supuesta contaminación atmosférica de la ciudad". Ahora es desde una de las pedanías afectadas, y ubicada en pleno corazón de la Albufera, como El Palmar, donde ven con indignación las acusaciones vertidas por el primer edil.

De este modo, el presidente de la comunidad de regantes, y ex concejal popular, Vicente Aleixandre, aseguraba ayer que el colectivo de más de 500 agricultores al que representa, así como muchos otros con los que tienen contacto, están "indignados", con que se les tilde de culpables de la contaminación que afecta a València. A tal punto ha llegado el enfado que se proponen tomar medidas de cara al próximo año: "Si no quemamos el 2018, el desastre ecológico será monumental", advierte. Y explica que la paja se pudriría y provocaría "la muerte del lago y del parque natural". A lo que añade, "veremos entonces a quién acusan de la contaminación del aire". Para él las declaraciones de Ribó a este respecto son "una irresponsabilidad" porque vino a decir que "los coches contaminan menos y que la culpa la tiene la quema de la paja del arroz y el agricultor". Aleixandre aseverá que "hay un malestar muy grande en diversos sectores, incluso entre los pescadores y sindicatos". Y por ello exige que Ribó "pida perdón a los agricultores por habernos acusado de algo que no hemos hecho, de un delito, de quemar la paja y contaminar".

Él reivindica que la quema de la paja del arroz "se ha hecho toda la vida" y "se ha demostrado que es positiva". Y por eso dice que "no vamos a consentir que se nos acuse como se ha hecho".

Respecto a las posibles alternativas a la quema, asevera que ya han probado "de todo, y nada ha funcionado. Fui 20 años concejal y presidente del Consejo agrario y se probó de todo, se invirtió mucho dinero, pero nada es factible".

Aleixandre asevera que Ribó y su equipo "no saben lo que hacen" en este respecto y le acusa de "ignorante" en la materia porque si no "no diría lo que ha dicho".

Además, lamenta que no se les dejó quemar la paja como ellos habían propuesto, que era mediante cuadrillas organizadas y conocedoras del terrreno. "Un día que había llovido nos dijeron, ahora se puede quemar, pero no tenían en cuenta que con la paja quemada sí se iba a generar mucho humo", relata.