El Grupo Socialista en las Corts Valencianes frustró ayer una iniciativa de Podemos para pedir la paralización de la ampliación de la V-21. La propuesta no salió adelante por la oposición del PP, Ciudadanos y los exdiputados de este grupo y la abstención del PSPV, lo que pone de manifiesto las tensiones existentes dentro del Pacto del Botànic y desautoriza a sus «hermanos menores» del Ayuntamiento de València, que firmaron con València en Comú (marca municipal de Podemos) y Compromís una moción en la que solicitaban la paralización de esas obras por la fuerte afección que tendrían sobre la huerta.

En concreto, Podemos había presentado una propuesta para pedir la paralización de las obras del tercer carril del tramo Carraixet-València de la autovía V-21, la realización de un nuevo informe de impacto ambiental y la retención del presupuesto aprobado para el proyecto de obras, que se aproxima a los 30 millones de euros. Pero la propuesta únicamente fue apoyada por el grupo Compromís.

El grupo socialista, que había apoyado una iniciativa similar en el Ayuntamiento de València, expresó su apoyo a la protección de la huerta y señaló que Fomento debería haber hecho un estudio de las alternativas a la ampliación de la V-21, pero del mismo modo reconoció que el proyecto cuenta con declaración de impacto ambiental. Por ello, los diputados socialistas decidieron abstenerse y no apoyar la proposición de Podemos.

Compromís, por su parte, explicó que si el Gobierno tiene voluntad de dialogar se puede retener esas partidas e iniciar conversaciones con los afectados, con el fin de mejorar la compatibilidad con el medio ambiente y el medio agrario. Según Graciela Ferrer, de Compromís, «vale la pena hablar, consensuar y dialogar sobre una infraestructura antes de construirla».

El PP, sin embargo, está «a favor de la V-21, de la V-30, el acceso norte al puerto de València, la variante sur de Pedralba o de cualquier infraestructura que sea buena para los valencianos». Su diputado Alfredo Castelló explicó que quienes rechazan la ampliación de la V-21 «no es que no inviertan, es que no quieren que se invierta en la Comunitat Valenciana», y pidió a Montiel que deje en paz a Rita Barberá tras su alusión a la torre mirador de València -en la salida a Barcelona- que no se ha utilizado «jamás».

Ciudadanos, por último, defendió la ampliación de la V-21, un proyecto que llevaba casi nueve años guardado en el cajón y ahora está en fase de licitación, por lo que «no se puede concebir su paralización», que supondría «aparcar otros diez años la ampliación» del acceso norte a València.