El circo es y será el espectáculo por excelencia de la Navidad. En estos momentos del año, las carpas se instalan en las ciudades con propuestas para todos los gustos, con las que deleitarse en las tardes frías del invierno.
El circo Raluy Legacy celebró ayer su sesión inaugural en València, y abrirá sus cortinajes rojos hasta el próximo 28 de enero. Casi dos meses de actuaciones diarias con las que volver a los orígenes del arte y estilo circense. Todo con una estética de principios de siglo XX y el entretenimiento más puro desprendido de las habilidades de personas excepcionales. Circo de sabor vintage, bigotes puntiagudos y lenguajes universales.
Como explica Louisa Raluy, directora del espectáculo, el circo evoca al que entretenía a la sociedad de los años 20. La carpa que acoge las actuaciones en una cápsula temporal que traslada a cualquiera al París de principios de siglo XX, gracias a las caravanas y al hotel con ruedas que la compañía integra en su actuación. El vanguardismo se mezcla con el clasicismo en vestuario y escenario.
«Es un honor»
Sin embargo, la tradición queda supeditada a los efectos tecnológicos que incorpora el espectáculo. Luces y sonidos que ambientan al público en la época y le hacen vibrar con cada actuación. «Para el Circo Raluy es un honor poner su carpa en València y contribuir con nuestro granito de arena a formar parte de esta bonita tradición. Todo el equipo está muy ilusionado con presentar el nuevo espectáculo a los valencianos, uno de lo públicos más exigentes de España. Es un reto para todos nosotros».
De hecho, «algunos de los artistas vienen de Ucrania y Bielorrusia», como indica Louisa Raluy. Explica que el show de las hermanas patinadoras de riesgo es «increíble», y destaca la estrella de este año, el ex jugador de fútbol del París Saint Germain l´Iya Traore, que además es récord mundial en estilo libre con el balón. Es capaz de hacer evoluciones con el balón en los espacios más inesperados.
Tal y como indicó la directora, «el humor es actual y para todos los públicos». De hecho, el eslogan del circo Raluy Legacy es que se trata de «un espectáculo para adultos que ningún niño tendría que perderse». Por eso, para ella el circo mantiene «la tradición escénica que hoy en día se ha perdido». Esta compañía circense pone de manifiesto la devoción familiar por mantener en evolución una tradición que ya lleva cinco generaciones rodando por ciudades de todo el mundo.
Sin ir más lejos, este mismo año han visitado 40 ciudades y han ofrecido más de 400 funciones. En total han ofrecido el espectáculo a más de 300.000 personas. Las 50 personas que componen el equipo es la primera vez que visitan València.
Ayer fue la función inaugural. El Circo Raluy Legaci ha trasladado la magia del circo a la Marina, junto a los tinglados. Esto permite crear un eje de atracción junto al puerto, puesto que a escasos metros se alza la Feria de Navidad.
