La Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana publicó ayer su primer informe sobre la Empresa Municipal de Transportes de València, centrado en el año 2016. Anteriormente, la compañía pública nunca se expuso al control de sus cuentas. La fiscalización ha servido para confirmar irregularidades prolongadas durante años en materia de contratación pública, con la vulneración sistemática de los procedimientos de licitación, que afectan fundamentalmente a la larga etapa del Partido Popular al frente de la entidad. Pero también ha destapado que la EMT contabiliza de modo incorrecto las subvenciones anuales otorgadas por el ayuntamiento, atribuible a la actual etapa dirigida por el concejal Giuseppe Grezzi.

El informe de 126 páginas elaborado por el Síndic Vicent Cucarella y su equipo señala en el análisis de la contratación incumplimientos de la normativa, tanto en contratos de 2016 (suministro de energía, tarjetas Móbilis, etc.) como en otros formalizados en ejercicios anteriores y aún vigentes en 2016 (sistema audiovisual de contratación, publicidad en marquesinas?). «En este sentido, cabe destacar que el órgano de contratación de la EMT no siempre ha cumplido con sus obligaciones legales de suministro de información contractual y que en la mayoría de contratos vigentes de ejercicios anteriores se incumple el plazo de duración y no consta que las prórrogas hayan sido acordadas por el órgano de contratación», explica el informe.

Entre los contratos que no se ajustan al procedimiento legal destaca el de la explotación de las marquesinas, firmado inicialmente en 1987 con una duración de 14 años prorrogable por cinco más. En 1996 se modificó por primera vez, con ocho años más de contrato, y además se amplió su objeto. En 2005 se volvió a ampliar el plazo, que lo fija hasta el 17 de mayo de 2019. Además, la modificación de 2005 fijó un canon publicitario a favor de la EMT de 360.000 euros anuales.

Durante los nueve años del periodo 1996 a 2004 la EMT no registró ingreso alguno por el contrato que estaba en vigor, sin que conste una motivación documental al respecto. «Por tanto, existe un riesgo de que se hayan podido dejar de liquidar determinados ingresos a favor de la EMT cuyos importes se desconocen. l contrato, en definitiva, va a tener una duración de 32 años, y como conclusión general cabe decir que la gestión de este expediente ha vulnerado los principios básicos de publicidad y concurrencia de la contratación pública», explica el Síndic.

El informe también revela la existencia de determinados conceptos retributivos en las nóminas del personal no contemplados en el convenio colectivo y muestra una situación de desequilibrio financiero al registrar un patrimonio neto negativo de prácticamente 14 millones de euros.

La auditoría financiera evidencia que la EMT contabiliza de modo incorrecto las subvenciones otorgadas por el Ayuntamiento de València, al registrarlas como aportaciones al patrimonio en lugar de como ingresos del ejercicio.